1 | Monzón y Eco
Según la acusación, la confianza generada desde el 2009 con Juan Carlos Monzón Rojas, permite a Baldetti Elías lo designe secretario privado de la Vicepresidencia y partiendo de ello, le asignó las funciones en la Comisión Nacional para la Prevención y Combate de la Defraudación Aduanera y el Contrabando.
Monzón Rojas, es quien contrató a Salvador Eduardo González Álvarez, alias Eco, para que le brindara a Pérez Molina y Baldetti Elías, una asesoría financiera, que se extendió a cuestiones aduaneras. Y de esta forma se convirtió en el jefe operativo de la estructura criminal, y desde que él se desempeñó con esas funciones el expresidente se mantuvo en contacto con Eco, sin motivo legítimo alguno.
2 | Para defraudar al Estado
De acuerdo con la pesquisa, la estructura criminal se organizó para defraudar al Estado a través de las aduanas del país, la cual consistía en facilitar el paso de contenedores de las diferentes aduanas por medio de la negociación de un ajuste en la declaraciones únicas aduaneras de importación, a través de una negociación no regulada por la SAT, a la que la estructura criminal denominó La Línea, que consiste en un mecanismo de control de pago de impuestos y sobornos que le denominaron cola, y que era administrado por particulares.
Los operadores de la red delictiva actuaron como intermediarios entre el contribuyente importador y los empleados de la administración tributaria encargados de la revisión física de la mercadería y el eventual ajuste de los impuestos a la importación basando los ajustes a un listado de valores establecido y aplicado por la organización criminal, para lograr este propósito los integrantes de la red operaron a lo externo e interno de la SAT, valiéndose para ello de los puestos, roles y funciones de estos últimos, que están plenamente definidos en cuanto a su operatividad y utilidad; teniendo para el efecto un líder operativo, que a su vez recibía directrices del mandatario.
3 | Los jefes de La Línea
Los jefes de esta red delictiva eran Otto Pérez Molina, Ingrid Roxana Baldetti Elías, y dirigida operativamente por Juan Carlos Monzón Rojas, quien tenía como finalidad, regular de forma irregular el ajuste y cobro, de aquellas mercancías a las que se les asignaba como selectivo y aleatorio “rojo”, que ingresaban a territorio nacional por medio de los recintos aduaneros de Puerto Quetzal, Santo Tomás de Castilla y Central, actividad ilícita llevada a cabo en forma conjunta y con la participación directa de mandos medios y altos de la SAT, a fin de garantizar la aplicación controlada de ajustes ilegales y sobornos.
4 | Quiénes fijaban la cola o soborno
La forma de operar quedó documentada por medio de las escuchas telefónicas hechas a César Augusto Rodríguez Salazar, alias Pedrito y/o Gabriel, y Roberto Antonio Ramírez De Paz, alias Riky, ambos integrantes de la organización delictiva y ajena a la SAT. Con ambas personas se consultaba el valor del ajuste a aplicar, así como la comisión o soborno que la red cobraba por este tipo de servicio. Además la red criminal tenía en su poder el registro de nombres y turnos de los técnicos aduaneros del sistema de ingreso de mercancías.
5 | Forma técnica de hacerlo
En el trámite de importación de mercancías, el importador debía hacer por medio de un agente aduanero una declaración de las mercancías, en ella detalla el contenido, calidad y cantidad del producto importado, así como la consignación del pago de los tributos aduaneros aplicables.
La declaración debe ser revisada por la SAT, y somete a un control selectivo y aleatorio, que en caso de ser “rojo” implica la revisión física de la mercancía importada. Si la autoridad advierte diferencia entre lo declarado y el resultado de la revisión física, debe conferir al importador 10 días, para que se defienda la declaración de mercancías. En ese plazo, el importador acepta el ajuste o efectúa el pago correspondiente, desistiendo de la audiencia.
6 | El fraude
La organización criminal, operaba facilitando el paso de contenedores por los recintos aduaneros. Ofrecía al importador que había obtenido un control selectivo y aleatorio “rojo”, la posibilidad de retirar la mercancía, de forma ágil previa al pago de un ajuste establecido de acuerdo con tablas diseñadas por la propia organización, que no corresponde con los aranceles legales. Esta actividad resultó económicamente beneficiosa para los importadores y los integrantes de la Línea, y en proporción inversa para el Estado, por la evasión dolosa del pago de tributos aduaneros al que estaban obligados.
7 | Distribución de la cola
El soborno o comisión se le denominó la cola, y con este pago se autorizaba la salida de los contenedores en los que ingresaban las mercancías, dándole la apariencia de legalidad.
Los cobros ilícitos o “colas”, a los importadores fueron distribuidos por los integrantes de la red en dos grupos: a) el porcentaje más alto destinado a quienes denominaron como “los de arriba” (el uno, el dueño de la fina, el mero mero, la dos, la señora, la dueña, JC, MCJ, J, el Moreno, y EG/AGE) y b) el restante entre los demás integrantes de la estructura.
8 | Pérez Molina y Baldetti lo sabían
Pérez Molina conocía de las actividades irregulares de Eco por medio de informes periódicos que González Álvarez, ponía a disposición de Baldetti Elías, quien ejecutó las instrucciones del exgobernante.
Pérez Molina participó personalmente en las reuniones de la red, en donde el punto central fue abordar las actividades irregulares del grupo. En una cita estuvieron presentes Carlos Enrique Muñoz Roldán, en ese entonces Superintendente de Administración Tributaria y González Álvarez, éste último asistió a solicitud de Juan Carlos Monzón Rojas para que supuestamente el mandatario le instruyera sobre un trabajo vinculado a la SAT.
9 | Eco y Monzón tomaban decisiones
En otra reunión asistieron además de Pérez Molina, González Álvarez y Muñoz Roldán, Giovanni Marroquín Navas y Claudia Azucena Méndez Asencio, en ese entonces intendente de Aduanas. De igual manera se reunió con Osama Ezzat Aziz Aranki, quien fungió como jefe operativo de la organización criminal antes que empezara la investigación.
González Álvarez tomaba decisiones en nombre de Baldetti Elías a los operadores de La Línea.
Pérez Molina como una muestra de su conocimiento de las actividades ilícitas recibió propuestas para el aumento de la recaudación aduanera de Marroquín Navas y González Álvarez, sin que ambos fueran funcionarios de la SAT.
10 | Q25 millones
Otro de los detalles que establecen la participación del expresidente son los cuadros de distribución de ganancias de La Línea, así como el permitir el ingreso de forma irregular de un mil 571 contenedores amparados por igual cantidad de declaraciones aduaneras, lo que permitió que la organización delictiva percibiera de forma ilegítima en concepto de colas y sobornos la cantidad de Q25 millones 556 mil en el período del 8 de mayo de 2014 al 16 de abril de 2015, fecha en que fue desarticulada la red.