Migrantes
Familia guatemalteca sobrevive tres días perdida y es rescatada en el río Bravo
Cinco integrantes de una familia guatemalteca, entre ellos una mujer embarazada y tres niños, fueron rescatados en Coahuila, México, tras pasar tres días extraviados durante su travesía migratoria.
Tres días de miedo, hambre y esperanza terminaron con un rescate milagroso en la ribera del río Bravo, en Piedras Negras, Coahuila. Agentes del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) localizaron a una familia guatemalteca que había permanecido extraviada entre la densa vegetación, tras perderse en su intento de cruzar hacia territorio estadounidense.
El operativo se activó luego de un llamado de emergencia. Los agentes trabajaron durante horas, avanzando con dificultad por un terreno cubierto de maleza y zonas pantanosas. Entre los desaparecidos estaban un hombre, su esposa embarazada de ocho meses y tres niños de cinco, dos y un año, quienes llevaban días sin comer ni beber agua.
Los rescatistas enfrentaron múltiples dificultades para llegar al lugar. Inicialmente intentaron avanzar por tierra, pero el terreno pantanoso y la espesura del monte les impidieron continuar. Decidieron entonces regresar por un bote y reiniciar la búsqueda por el cauce del río Bravo, un trayecto conocido por ser peligroso y escenario de innumerables tragedias migratorias.
Fue cerca de las dos de la madrugada cuando finalmente lograron encontrarlos. Los cinco miembros de la familia estaban exhaustos, desorientados y sin alimentos. Los agentes del Grupo Beta les brindaron agua, atención médica y asistencia humanitaria antes de trasladarlos a una central de autobuses, desde donde podrían iniciar su retorno a Guatemala.
Las autoridades mexicanas confirmaron que todos se encontraban en buen estado de salud, aunque visiblemente afectados por la experiencia. El caso fue descrito como un “milagro de supervivencia”, considerando las condiciones extremas del clima y el riesgo de ahogamiento en la zona.
Historias como esta son reflejo de la desesperación que viven miles de familias centroamericanas que deciden emprender la peligrosa travesía hacia el norte. En muchos casos, ya no buscan llegar a Estados Unidos, sino establecerse en México, donde políticas de acogida más flexibles permiten a algunos migrantes acceder a refugios, empleo temporal o regularización migratoria.
Sin embargo, detrás de cada rescate hay cientos de tragedias que permanecen invisibles. Decenas de migrantes, incluidos niños, han perdido la vida entre la corriente del río Bravo y las rutas complicadas que separan México de Estados Unidos. La pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades en sus países de origen siguen siendo las principales causas de esta migración forzada.
La búsqueda de mejores oportunidades continúa siendo una de las principales razones por las que muchas familias deciden emprender el camino migratorio. En este caso, la familia rescatada tuvo un desenlace afortunado, sin embargo, no todas corren con la misma suerte, y muchas historias quedan inconclusas en las rutas hacia mejores condiciones de vida.


