Muchos intereses
El economista y exinterventor de Fegua Édgar Balsells manifestó que el Estado ha abandonado el tema ferroviario y no se le ha prestado consideración, ya que en el argot de la economía, Fegua fue descremada, o sea que le quitaron todo.
“Los interventores de Fegua no han tenido una visión de Estado desde hace mucho tiempo. Durante el gobierno de Otto Pérez Molina hubo una intervención muy oscura y durante el de Álvaro Colom hubo varias ideas del metro, pero ahí quedó”, recordó Balsells.
El profesional explicó que existen muchos intereses alrededor de los bienes de Fegua y que están en poder de Ferrovías. Uno de ellos es que Anadie tiene varios proyectos pero no se pueden ejecutar si los activos o los bienes no regresan a Ferrocarriles de Guatemala.
“Primero tiene que pedir autorización al interventor de Fegua; no pueden hacer chinche de bienes que aún no se tienen”, advirtió Balsells, quien cuestionó si Ferrovías ya entregó el inventario con el listado de inmuebles que poseía la Dirección de Bienes del Estado.
El profesional señaló que hay una cantidad de propiedades y bodegas que están arrendadas y que eran de Fegua, y señaló que la pregunta sin respuesta es: “¿Quién está recibiendo ese dinero?”. “Esos recursos deberían ser fondos privativos de Fegua”, enfatizó.
Sin línea férrea
Balsells afirmó que la línea férrea se encuentra en mal estado y basta ver la terminal, que está invadida tanto hacia el Pacífico como al Atlántico.
“En algunos municipios han utilizado los durmientes —línea férrea— como parales de poste; hasta en la Antigua hay”, refirió.
A decir de Balsells, este tema y el de los usufructos forman parte de la salida de María Eugenia Villagrán de la Procuraduría General de la Nación.
Mantienen administración
El gerente general de Ferrovías, Mynor Castillo, rechazó los señalamientos de que la empresa no ha dado cuentas al Estado y recordó que han entregado los estados financieros a Fegua.
“Desde el 2014, Fegua ha recibido recursos que provienen del canon, que más o menos sobrepasa los Q500 mil, y en el 2015 recibió otra cantidad de adelanto, que se canceló en 2016, porque así lo solicitó el interventor que estaba en su momento. Hemos reconocido al accionista mayoritario como quien controla”, expuso.
El directivo reconoció que no se han entregado dividendos a Fegua porque esta empresa tiene pérdidas que arrastra desde el 2003.
“Es una empresa que presenta pérdidas y, en consecuencia, no ha podido hacer un reparto de dividendos, algo que así recibió el Estado. A mí me pasaron una empresa con pérdidas”, refirió.
Ferrovías es dirigida por la administradora única Mónica Ileana Rosales Hernández, a quien medios de comunicación vinculan con el bufete de Gustavo Martínez Luna, quien guarda prisión por tráfico de influencias en el caso denominado Redes, y Juan Pablo Carrasco, asesor jurídico de Ferrovías, quien pertenece al bufete Díaz-Durán y Asociados, que demandó al Estado por este caso.
Proceso varado
Desde que se tienen las acciones de Ferrovías, en el 2013, el Estado no toma el control de esa empresa. En noviembre de ese año, el país recibió por medio de Fegua las acciones de la mencionada firma.
En el 2014, Fegua solicitó que se efectuara la asamblea ordinaria de Ferrovías pero, por instrucciones de Gustavo Martínez, en ese entonces secretario general de la Presidencia, se retiró la solicitud. La asamblea se celebró después, pero la entidad ferrocarrilera no actuó.
En el 2015 hubo una asamblea de accionistas, pero Fegua no tomó el control de Ferrovías, lo que espera que suceda en la próxima reunión.