El 30 de junio apareció el presidente en un acto público para conmemorar un aniversario más de las fuerzas armadas.
Vuelve aparecer el 9 de julio en Izabal por la visita del consejero del Departamento de Estado Thomas Shanonn, y de nuevo tiene una actividad pública este 14 de julio junto a la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (Conic) actividad que se realizó en Quetzaltenango.
Ante tal situación politólogos y sociólogos consultados por Prensa Libre consideran que serán seis meses muy difíciles para el presidente, si llega a culminar su mandato, debido al desgaste que ha llevado por los actos de corrupción en su gobierno.
Seis meses dificiles
Jahir Dabroy politólogo de la Universidad de San Carlos indicó que serán seis meses bastante tensos, sobre todo por el papel que ha tomado el Ministerio Público (MP), la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que han sido bastante agresivo en casos de corrupción.
“Recientemente se ha tocado el círculo más cercano del presidente lo que le puede dar indicios que después de dejar el cargo puede darse el escenario de persecución penal en contra de él, la lógica indica que en estos tres meses el presidente va a tener un perfil bajo, sobre todo que su partido no tiene la más mínima posibilidad de lograr la presidencia, incluso van a ser muy pocos los diputados electos”, dijo Dabroy.
La politóloga Andrea Morales del Instituto de Incidencia Pública de la Universidad Rafael Landívar se ve que hay algunos sectores que están intentando llevar en procesión al presidente hasta el 14 de enero para que se mantenga la institucionalidad.
“Su imagen esta muy desgastada su credibilidad ya ha bajado demasiado y los actos de corrupción que atañen a su personal más cercano denota que él tuvo que tener conocimiento sobre estos casos, es muy difícil creer que no estaba enterado y sobre todo en este último caso donde Martínez pactaba la agenda”, señaló Morales.
El sociólogo Édgar Pereira del instituto Centroamericano de Estudios para la Democracia Social, (Demos), considera que si el mandatario se mantiene en el poder va a pasar prácticamente sin gobernar, porque su accionar es limitado, no tiene legitimidad, va ser difícil mantenerse y gobernar.
“Si salen más actos de corrupción vinculando a otros funcionarios va a tener que quitarse lo único que si tiene que es la cara dura. Yo pienso que ha intentado estar poco visible pero el cargo lo obliga a dar la cara en distintos momentos, por asuntos protocolarios y eso lo obliga a hacerse visible”, expone Pereira.
Jose Carlos Sanabria politólogo de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes) considera que serán seis meses bastantes difíciles principalmente por las acciones legales que están en su contra.
“Va a tener la pérdida no solo de confianza sino también su imagen política seguirá deteriorándose. Después de la primera vuelta la agenda va estar enfocada en un proceso de transición en medio de las acciones legales y las investigaciones que se están desarrollando no solo con él sino con varios funcionarios del ejecutivo”, puntualizó Sanabria.