Guatemala

“Plan de la Prosperidad no soluciona migración”

Como un incentivo incompleto que no resolverá la migración de Centroamérica hacia los Estados Unidos califica el experto en temas migratorios Manuel Orozco el Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte.

Manuel Orozco, experto en migraciones, expone que la movilización continuará si no cambia el modelo económico.

Manuel Orozco, experto en migraciones, expone que la movilización continuará si no cambia el modelo económico.

Guatemala podría recibir en octubre unos US$127 millones —Q975 millones— para ejecutar el proyecto. La iniciativa contempla US$750 millones, de los cuales el 93% se destinará al Triángulo Norte.

Orozco refirió que las remesas han servido para sacar de la pobreza a varias familias, pero se corre el riesgo de un estancamiento en Guatemala.

¿Cuál es la evolución de la migración en Guatemala?


Tiene diferentes olas. En 1980 se vinculó con la marcada violencia política. En los años noventa está integrada a la economía de los Estados Unidos, por el aumento de la demanda laboral y la firma de los acuerdos de paz.

En los 2000, la migración cambia sustancialmente como un subproducto de la descomposición sistémica de la sociedad guatemalteca.

¿Cuáles son las razones?

Primero, el surgimiento del crimen organizado, el modelo obsoleto del crecimiento económico y las redes migratorias.

¿Qué refleja esa situación?

Desde principios del 2000, el indicador más interesante es la medición de las remesas familiares, y se observa cómo se empiezan a incrementar de manera exponencial. Esta mejora es el reflejo de la migración.

¿Por qué?


Porque más personas decidieron migrar que en los períodos anteriores.

¿Qué explica que ese magro volumen de remesas no reduce la escala de pobreza?

Las familias reciben esas transferencias para mantenerlos fuera de la pobreza. Sin remesas, la escala de pobreza sería superior a lo que se reportó a finales del 2015.

No todos los habitantes en Guatemala reciben dinero, sino solo el 15 por ciento —unos dos millones 385 mil—, o sea, 1.5 millones de hogares reciben esos fondos.

¿Por qué las remesas no generan riqueza en los lugares donde se reciben?


Eso se debe a que no existan las oportunidades para apalancar las condiciones de ahorro, por ejemplo. Las condiciones del hogar que recibe la prestación mejoran, versus el que no tiene nada.

En esos hogares hay una mejora sustancial en un período de cinco a siete años consecutivos.

Si no se apalanca para generar más riqueza, los hogares se estancan con el riesgo de regresar a la pobreza. Sin embargo, podemos observar que en municipios donde un buen porcentaje de las personas recibe remesas, la fuerza laboral lleva a cabo trabajos precarios, como el corte de café o caña.

¿Cuál es la tendencia de la migración?

La tendencia será la misma. Es decir, que las personas tratan de mejorar su calidad de vida, obtener mayores ingresos económicos para sus familias y escapar del asedio del crimen organizado, narcotráfico, las pandillas y extorsiones.

¿Podría cambiar ese esquema?


No. No hay indicios de que esto pueda cambiar, a menos que Guatemala tenga un mejoramiento económico radical o un cambio de modelo, que no ocurre en los últimos años.

¿El Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte podría ayudar?

El plan ofrece un incentivo para invertir más en la educación, en función de evitar las migraciones actuales y futuras.

Es un modelo que está en la mesa en este momento, pero está incompleto para poder resolver la magnitud del problema.

La propuesta en sí necesita de crecimiento económico, porque habla de incrementar más en agroexportación, pero también deja a un lado el tema migratorio.

Es decir, la Alianza para la Prosperidad no aborda la migración como tal, sino como un mecanismo para prevenir la migración de Guatemala y Centroamérica; pero no integra las realidades del contexto económico.

Por ejemplo, US$17 mil millones entran en remesas a la región, lo que representa el 20% del PIB de Centroamérica, que está vinculado con la migración, entre transferencias, comercio nostálgico, servicios y turismo.

Aquí hay una desconexión que hay que resolver, porque no se aprovecha ese potencial.

¿Qué hace falta para corregir y que el plan sea exitoso?

Hay cuatro aspectos. Crear un mercado de intermediación financiera para que el dinero de las remesas que ingresa en la economía se invierta en conocimiento —educación—, sobre todo en centros vocacionales.

Así como crear planes en las zonas vulnerables para captar a menores de edad y garantizar un rendimiento de calidad educativa.

Hay que tratar el tema de la migración, por el apalancamiento —impulso— de las remesas por la vía del ahorro y la movilización de estos miles de millones de dólares, y promover las cadenas de valor en el comercio nostálgico. El plan general no aborda todo esos aspectos.

¿Qué opina sobre las medidas en México?

Las personas siguen moviéndose, y se las van a arreglar para saltarse los filtros en México.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.