La pandemia del coronavirus dejó realzó aún más las carencias históricas del sistema de salud guatemalteco. En los últimos dos años de pandemia, las personas han tenido que gastar de su bolsa en medicinas a cambio de no morir.
Si bien las fallas en los servicios no iniciaron con el actual gobierno, es un hecho que en los últimos dos años hubo incrementos presupuestarios históricos al Ministerio de Salud y Asistencia Social (MSPAS), con lo cual se esperaba solventar varias deficiencias, pero esto no ocurrió así.
El problema se agravó a tal grado que esta semana médicos residentes del Hospital General San Juan de Dios (HGSJD) se dirigieron al Congreso de la República a manifestar por la insuficiencia de medicinas.
“No es que los médicos estén dejando de atender, sino que la misma falta de insumos los obliga a no poder dar la atención correcta a los pacientes”, dijo Zulma Calderón, defensora de la Salud de la PDH.
Comentó que el derecho de la salud tiene que ver con el acceso a los servicios básicos, y si no hay insumos para atender a quienes tienen algún padecimiento, no se puede hablar de un cumplimiento a este derecho.
“El derecho humano a la salud tiene diversas dimensiones. Una es la disponibilidad de servicios. Las personas tienen que buscar atención especializada en las áreas urbanas. No tenemos centros de atención especializadas en áreas rurales, ni siquiera en áreas regionales”, comentó.