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1954: triunfa la contrarrevolución, Árbenz dimite

Quince días antes de que Jacobo Árbenz anunciara su renuncia a la Presidencia de Guatemala, el denominado “Ejército de Liberación”, comandado por el coronel Carlos Castillo Armas, ataca varias poblaciones del país, vía aérea y terrestre.

Titular de Prensa Libre del 28 de julio de 1954 anunciando la dimisión de Árbenz (Foto: Hemeroteca PL)

Titular de Prensa Libre del 28 de julio de 1954 anunciando la dimisión de Árbenz (Foto: Hemeroteca PL)

El coronel Jacobo Árbenz Guzmán asumió la primera magistratura de la nación el 15 de marzo de 1951 y debía de terminar su mandato el 15 de marzo de 1957, lo cual no sucedió.

A las 21 horas del domingo 27 de junio de 1954, el mandatario anunció su capitulación, en cadena nacional de radiodifusión. Dejó en la Presidencia al coronel Carlos Enrique Díaz.

Sentido discurso

En su último mensaje como dignatario, Árbenz indicó que la guerra que se había desatado contra Guatemala no era responsabilidad aparentemente de ningún gobierno, pero no quitó el dedo acusador a la transnacional United Fruit Company (Ufco), los monopolios extranjeros y círculos de poder de Estados Unidos.

“Aviadores norteamericanos y mercenarios han desencadenado el fuego y muerte sobre el pueblo sin respetar nada, ni vidas inocentes, ni bienes de otros países”, expresó Árbenz.

Según el mandatario saliente, “se aprovecharon de que Guatemala no cuenta con una fuerza aérea adecuada para rechazarlos”.

Grabación del discurso de Jacobo Árbenz del 27 de junio de 1954. (Video: Youtube)

Anticomunismo

Una alianza integrada por la Embajada de Estados Unidos, la Ufco, la Iglesia Católica y sectores políticos de ultraderecha hicieron creer que el país se había convertido en una sucursal de la Unión Soviética.

El arzobispo Mariano Rossell y Arellano encabezó las acciones al utilizar la imagen del Cristo de Esquipulas para una cruzada nacional anticomunista.

Árbenz aseguró que renunció para evitar que la tragedia en contra de la población fuera mayor y depositó su confianza en el coronel Díaz, quien afirmó que lucharía para mantener las conquistas logradas por la Revolución de Octubre.

El 3 de julio de 1954 Castillo Armas entró en Guatemala, con lo cual sepultó las reformas revolucionarias y los anticomunistas comenzaron una persecución contra la oposición izquierdista.

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