Así lo señaló la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en una rueda de prensa la víspera de que este jueves, en una reunión de gabinete televisada, enfatizara el interés del Gobierno por continuar con su campaña para deportar a los más de 11 millones de personas que viven en EE.UU. sin un estatus migratorio legal.
“Estamos seguros de que las personas (enviadas a El Salvador) deben estar allá y deben permanecer allá por el resto de sus vidas“, indicó a un grupo de reporteros el miércoles.
A pesar de que el Gobierno de Donald Trump ha defendido su decisión de trasladar a los migrantes al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), tanto los testimonios de sus familiares como análisis de medios estadounidenses han comprobado que la mayoría de personas actualmente detenidas allí no tienen antecedentes criminales.
Un informe exhaustivo publicado por la agencia Bloomberg encontró que un 90 % de los expulsados nunca ha sido acusado de ningún crimen en EE.UU..
Las declaraciones de Noem llegan después de que dos tribunales, uno en Texas y otro en Nueva York, bloquearan temporalmente el envío de migrantes venezolanos al país centroamericano.
