Preguntado por cómo ve la situación de los refugiados en Europa, Mujica precisó que parte de esa inmigración está compuesta por gente con recursos, “porque los más pobres no llegan” y son “los que lo están pasando peor”.
En opinión del expresidente uruguayo, “hay muchos prejuicios” para acoger a los inmigrantes pero advirtió de que “si Europa sabe asimilar esto va a sacar provecho, porque la tasa de natalidad en muchos países es bastante negativa”.
En este sentido, aseguró que el advenimiento de un torrente de gente joven es “una capitalización a largo plazo”, y sin ella no se entendería la historia de Estados Unidos, y aunque reconoció que estas personas no llegan “con un pan bajo el brazo”, sí “con mucha necesidad” y son capaces de hacer cosas que muchos ahora ya no hacen.
“Gastamos dos millones de dólares por minuto en los presupuestos militares y luego no tenemos para ayudar a los pobres”, lamentó Mujica, quien afirmó que “estamos en una época en la que interdependemos unos de otros y no nos damos cuenta que estamos todos en el mismo barco, que son nuestros pobres”.
Recordó que Argentina recibía 350 mil personas por año procedentes de Italia y España, y que “esa América se construyó en gran parte por los emigrantes, que trajeron oficios y fueron a luchar por su porvenir”.
El exdirigente uruguayo explicó que la inmigración plantea dos problemas, los inmigrantes y la cultura, y en este caso se trata de una inmigración atraída culturalmente por el desarrollo de Alemania, y que sin embargo “no nos tomamos el trabajo de ir a desarrollar esos países”.
Respecto a las dificultades de integración que puedan tener los refugiados sirios, Mujica reconoció que “tienen una barrera cultural; el hombre es el rey del hogar y eso choca y cuesta” por eso considera que lo que se precisa es “tolerancia cuando somos distintos”.