Habitantes de la zona descubrieron un barco encallado en la playa, con varios cadáveres de migrantes en su interior, y llamaron a los equipos del CRL.
Seis años después de la caída de Muamar al Gadafi, Libia sigue sumida en el caos, y ese país –cuyas costas están a 300 km de las de Italia — se ha convertido en una plataforma para la migración clandestina hacia Europa.
A falta de un ejército o de una policía regulares, varias milicias ejercen de guardacostas, aunque a menudo son acusadas de complicidad, o incluso de implicación en este lucrativo tráfico humano.