Esta es la historia que comparte Patricia Ruiz para promocionar la obra de su vida, el refugio Milagros Caninos, instalado en el sur de la Ciudad de México.
Con sus dos prótesis de cuero, Pay de Limón es la estrella del santuario que alberga unos 400 perros y 89 gatos cerca de la zona de los canales de Xochimilco, último patrimonio prehispánico de la ciudad.
La historia de Pay de Limón ha sido contada decenas de veces por la creadora del albergue, quien se describe a sí misma como activista y escritora.
“Milagros Caninos recibió una llamada hace 14 años en la que le dijeron que a un perro le habían cortado las patas delanteras y que las habían tirado a un basurero“, recuerda.
Pay de Limón pudo beneficiarse de unas prótesis de cuero fabricadas en Virginia, Estados Unidos.
El animal de pelaje claro y decolorado por el paso de los años, hasta ahora va a la delantera en el concurso “America’s Favorite Pet” (la mascota favorita de Estados Unidos). La votación se cerrará el 16 de febrero.
El premio son US$5 mil y la portada de la revista Dogster Magazine.
“¡Él es un héroe! Él no es rencoroso. Su vida es un ejemplo de valentía y de seguir siempre adelante“, dicen los organizadores.
“Milagros Caninos sólo recibe perros en situaciones extremas. Perros con cáncer, sin piernas, ciegos, sordos, quemados, torturados, paralizados, violados, drogados, golpeados con un hacha, mutilados…”, cuenta Ruiz.
Entre los otros internos víctimas de maltrato, destaca la presencia de Fresa, que sufrió un hachazo que le destrozó el hocico.
Fresa se benefició de la primera cirugía reconstructiva de perros en el mundo, con cornetes nasales e implantes, afirma Ruiz.
Explica que abrió su refugio Milagros Caninos después de la muerte de su propio perro. “Murió asfixiado mientras yo dormía. A partir de ahí me dije: ayudaré a todos los perros que están sufriendo“.
En 18 años, Milagros Caninos recibió entre tres mil y cuatro mil perros, según su fundadora. El refugio emplea a 23 personas, incluidos tres veterinarios que también cuidan perros con cáncer, perros discapacitados…
En total, en el refugio se consumen cuatro toneladas de croquetas al mes. Su gasto mensual alcanza hasta los 700 mil pesos mensuales (US$35 mil ). Para su financiación, el albergue lanza convocatorias de aportaciones en su web.