Junto a Hernández, en el poder desde 2014, compiten por la presidencia el académico Luis Zelaya del Partido Liberal (PL, derecha) y el periodista Salvador Nasralla, de la izquierdista Alianza de Oposición contra la Dictadura.
Las 17.500 mesas de votación distribuidas en todo el país se instalarán a las 06H00 locales (12H00 GMT) para comenzar la votación una hora después (13H00 GMT), de acuerdo con lo estipulado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El gobierno desplegó más de 35.000 policías y militares en todo el país para garantizar la seguridad del proceso, según el ministro de Seguridad, Julián Pacheco.
“La Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Honduras somos responsables de blindar este proceso, el cual debe ser uno de los más concurridos de la historia del país, y al que más seguridad se le ha brindado”, acotó Pacheco.
El magistrado del TSE Marco Ramiro Lobo dijo a la AFP que los primeros resultados serán dados a conocer hacia las 19H30 locales (01H30 GMT del lunes).
La Constitución hondureña prohíbe la reelección presidencial, pero Hernández logró inscribir su candidatura a un segundo período consecutivo gracias a una interpretación de la Sala de lo Constitucional, que avaló un recurso presentado por diputados cercanos al mandatario contra la veda.
Proceso cuestionado
Su postulación generó cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso y despertó temores entre los opositores Nasralla y Zelaya, quienes dijeron que no reconocerían una victoria del presidente Hernández, postulado por el derechista Partido Nacional (PN).
Nasralla incluso llamó a sus seguidores a estar vigilantes ante posibles irregularidades en las mesas de votación y a denunciarlas a los observadores internacionales.
Los comicios del domingo son los mas vigilados de los últimos tiempos, con 16.000 observadores, de los cuales 600 son extranjeros, de la Unión Europea, la OEA y otras entidades, según el TSE.
Para el analista Víctor Meza, investigador del Centro de Documentación de Honduras, hay un “clima de crispación” en el país por “la reelección, que es la forma encubierta y semilegal del continuismo autoritario del presidente” Hernández.
Meza alertó de una situación potencialmente explosiva debido a que los tres candidatos mayoritarios dicen tener certeza del triunfo y que no aceptarán la derrota.
Estados Unidos
Honduras es un aliado estratégico para Estados Unidos, que tiene en su territorio la base aérea de Palmerola, única base militar norteamericana en Centroamérica.
Adicionalmente, es un país clave para Washington por los altos flujos migratorios a Estados Unidos y por su papel en la lucha contra el narcotráfico.
Todo ello explica que el gobierno estadounidense haya evitado cuestionar las aspiraciones de Hernández de reelegirse, según opinó el analista Jake Johnston, del Centro de Investigación Económica y Política.
“No es sorpresa que, lejos de condenar la acción ilegal de Hernández de buscar extender su mandato, ahora el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, se haya referido a Hernández como un ‘gran tipo’ y un ‘buen amigo'”, comentó el estadounidense Johnston a la AFP.
En ese sentido, Meza aseguró que “Estados Unidos ve al gobierno hondureño como un aliado estratégico en materia de seguridad, pero como un aliado incómodo en materia de corrupción”.