Trump, en un empuje diplomático dirigido a poner fin a la guerra, llevó al presidente ucraniano Volodimir Zelenski y a los principales líderes europeos a la Casa Blanca el lunes, tres días después de su histórico encuentro con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Alaska.
Trump afirmó que Putin, a quien llamó en medio de las conversaciones del lunes, había acordado reunirse con Zelenski y aceptar algún tipo de garantías de seguridad occidentales para Ucrania frente a Rusia; promesas que Kiev y los líderes europeos recibieron con extrema cautela.
Putin propuso celebrar la cumbre con Zelenski en Moscú, informaron a la AFP tres fuentes cercanas a la llamada de Trump. Una de las fuentes indicó que Zelenski rechazó inmediatamente el lugar.
Trump, quien ha criticado duramente los miles de millones de dólares en apoyo estadounidense a Ucrania desde la invasión rusa en 2022, afirmó que las naciones europeas tomarían la iniciativa enviando tropas para asegurar cualquier acuerdo, una idea que Francia y Reino Unido han considerado.
“Cuando se trata de seguridad, están dispuestos a poner gente en el terreno“, dijo Trump a Fox News.
“Estamos dispuestos a ayudarlos con cosas, especialmente, probablemente, si hablamos de apoyo aéreo, porque nadie tiene el tipo de cosas que nosotros tenemos, realmente, ellos no”, agregó Trump.
Añadió su “garantía” de que no se desplegarán tropas terrestres estadounidenses en Ucrania y descartó categóricamente, una vez más, que Ucrania se una a la alianza militar occidental OTAN.
Trump se ha alineado con Putin al describir las aspiraciones de Kiev de ingresar en la OTAN como causa de la guerra, en la que han muerto decenas de miles de personas.
Los líderes europeos, Ucrania y el predecesor de Trump, Joe Biden, calificaron ese asunto como un pretexto y señalaron como causa las declaraciones de Putin que rechazan la legitimidad histórica de Ucrania.



