Ivanka y su esposo Jared, ambos asesores del presidente, salieron por la parte trasera del avión junto a otros miembros del equipo de Trump. Ivanka se reunirá con mujeres saudíes durante el viaje.
Melania Trump prescindió de velo al descender del avión, algo que ya hizo la ex primera dama Michelle Obama en 2015, un gesto que entonces criticó Donald Trump. La esposa de Trump iba ataviada con un traje negro fluido ceñido con un gran cinturón dorado.
El monarca del reino ultraconservador saludó con un apretón de manos tanto al mandatario como a la primera dama. Esto último puede ser considerado escandaloso por muchos musulmanes conservadores del pais, donde las mujeres no pueden salir a la calle con el cabello descubierto.
Es el único presidente estadounidense que ha elegido a Arabia Saudí, o a cualquier país mayoritariamente musulmán, como su primera parada en un viaje al extranjero, una opción pensada en parte para mostrar respeto a la región después de más de un año en la que Trump lanzó una dura retórica antimusulmana durante la campaña presidencial.
Durante su visita de dos días al reino saudí, Trump pretende forjar fuertes alianzas en el mundo islámico en cuestiones como la lucha contra el terrorismo.
Tras ser recibido en el aeropuerto por el rey Salman, Trump se dirigió a la corte para mantener una reunión oficial con el monarca. El presidente está acompañado por la primera dama, Melania Trump, y por su hija Ivanka y su esposo, Jared Kushner. Por la tarde está programado un encuentro de Trump con el príncipe heredero Muhammad bin Naif.
Según informó la casa real saudí, a Trump le fue concedida la principal distinción del país, la Medalla Abdel Aziz, por sus esfuerzos para mejorar las relaciones bilaterales y difundir la paz y la estabilidad en el mundo, informó la casa real saudí.
La visita inicia un ambicioso debut internacional para Trump. Después de dos días de reuniones aquí, Trump viajará a Israel, tendrá una audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano y se reunirá con sus aliados en una cumbre de la OTAN en Bruselas y el Grupo de las 7 potencias en Sicilia.
“Me alegro de verles”, dijo el monarca saudí. Los dos líderes charlaron durante unos minutos antes de tomar un tradicional café árabe en el interior del hall del aeropuerto.
“Me alegro de estar en Riad, Arabia Saudí”, tuiteó por su parte el presidente estadounidense, que el viernes aseguró que representaría “las opiniones del pueblo estadounidense de forma clara y franca” ante el rey saudí y el resto de líderes con los que se reunirá durante su visita.
“Muchos de esos líderes expresaron una preocupación creciente sobre el terrorismo, la extensión de la radicalización y el papel de Irán en la financiación de ambos”, dijo Trump un día antes de iniciar su viaje.
“Parece que ahora los líderes musulmanes están dispuestos a adoptar una mayor responsabilidad y un mayor papel en la lucha contra el terrorismo en su región”, añadió. “Estados Unidos no puede resolver todos los problemas del mundo, pero podemos -y debemos- ayudar a cualquier nación que quiera unirse a la causa común de la erradicación del terrorismo de la faz de la Tierra”.
Durante la visita de Trump también podría cerrarse un acuerdo armamentístico por más de US$100 millones entre ambos países.
Trump visitará cinco países en ocho días pero su primera gira internacional se verá seguramente empañada por el escándalo sobre las supuestas conexiones de su equipo electoral con Rusia. El ex director del FBI James Comey -a quien Trump destituyó- se mostró el viernes dispuesto a declarar ante la Comisión de Inteligencia del Senado.
El domingo, Trump se reunirá con líderes del Consejo de Cooperación del Golfo, encabezado por Arabia Saudí. El lunes partirá de Arabia Saudí y su viaje continuará por Israel, el Vaticano, Bélgica -donde asistirá a una cumbre de la OTAN- e Italia, donde se celebra la cumbre del G7.