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Vivía en una carpa: la historia de una profesora que vivió dos años a la intemperie en Londres para terminar su doctorado

Estudiante de doctorado no pudo seguir pagando alquiler y estuvo dos años viviendo en una carpa en Londres

Aimeé Lê, una docente y escritora de Estados Unidos que vivió en una carpa en Londres para terminar su doctorado. (Foto Prensa Libre)

Aimeé Lê, una docente y escritora de Estados Unidos que vivió en una carpa en Londres para terminar su doctorado. (Foto Prensa Libre)

La joven estadounidense había ganado becas para estudiar en Royal Holloway Universidad de Londres, pero le subieron el alquiler de su apartamento y su sueldo de docente no le permitió seguir pagando.

Aimeé Lê, una docente y escritora de Estados Unidos, nunca pensó que obtener su doctorado en Londres, Inglaterra sería tan difícil, y no hablamos de la carga académica sino a las difíciles condiciones en las que tuvo que vivir, pues dos años se vio forzada a vivir en una carpa.

La historia de la joven se hizo viral hace unos días en Twitter, aunque ella se graduó del doctorado en 2018.

La historia de esta académica, que estuvo viviendo a la intemperie dos años, sin decirle nada a sus catedráticos universitarios, sus estudiantes, amigos e incluso a sus padres.

Medios internacionales cuentan que Lê obtuvo una beca de 16 mil libras (unos US$21 mil), y otra beca en su país, lo cual al principio fue suficiente para cubrir sus gastos de estudio, alojamiento y alimentación.

Unos años después, la renta de su apartamento subió y ella se dio cuenta que no iba a poder pagarlo, porque su sueldo de docente no era suficiente para cubrir eso, por lo que pidió prestada una carpa y decidió vivir a la intemperie.

Sin decir nada

Aimeé Lê descubrió que había un campamento de protesta cerca del su campus universitario y se instaló allí para no estar sola y durante dos años ese fue su hogar.

Confiesa que al principio tuvo miedo, pero luego se adaptó al lugar, aunque muchas veces enfrentó condiciones climáticas muy fuertes, como nevadas.

La estudiante no informó de su situación a sus padres, para que no se preocuparan, tampoco a sus colegas de la universidad e incluso escondió su estatus a sus alumnos.

“Era como una doble vida. Yo esperaba una recompensa de estabilidad después del doctorado”, dijo la estudiante.

Lê  obtuvo su doctorado en 2018, trabajó como tutora de escolares y trabajó en un jardín botánico para llegar a fin de mes antes de obtener dos años con un contrato de plazo fijo enseñando escritura creativa en la Universidad de Exeter. Ahora vive con sus padres y vuelve a buscar trabajo.

ESCRITO POR:

Julio Román

Periodista de Prensa Libre especializado en política, seguridad y justicia con más de 20 años de experiencia.