IDEAS
De crisis a desastre: la frontera sin muro
La crisis migratoria en la frontera de México se está convirtiendo cada vez más en uno de los principales temas para la administración Biden. Hasta en la conferencia de prensa de ayer de Biden el tema salió a relucir, incluso más que el de la pandemia. Y aunque no lo quieran reconocer ni admitir responsabilidad alguna, el hecho es que el asunto se les está saliendo de las manos.
' Los guatemaltecos que han emigrado desde octubre del año pasado bien podrían sobrepasar el medio millón.
Jorge Jacobs
Lo más notorio ha sido el incremento de niños y adolescentes “no acompañados” que están llegando a la frontera. Según los datos más recientes, en promedio están capturando diariamente a 500 menores “no acompañados” en la frontera, lo que implica que el siguiente dato mensual, el de marzo, probablemente podría llegar a 15 mil menores capturados —versus 9,300 en febrero—, lo que superaría con creces el pico que se dio en 2019. La situación es tan complicada que la administración Biden trató de mantener en secreto lo que sucede en los centros de menores, restringiendo el acceso a periodistas, hasta que este fin de semana un congresista demócrata de Texas le compartió unas fotos a un medio de comunicación y ya no les quedó otra que permitir que periodistas ingresaran a una de las instalaciones, no tan saturada como la de las fotos del congresista, hay que aclarar.
La situación llegó a tal punto que este miércoles el presidente Joe Biden designó a la vicepresidenta Kamala Harris para liderar los esfuerzos para resolver el tema migratorio de la frontera sur. Esta es una decisión trascendental que pone en perspectiva el problema. Hace unos años, el Triángulo Norte llegó a estar en el quinto lugar de las prioridades de Seguridad Nacional para Estados Unidos. Este año, según las declaraciones de Juan González en la conferencia del martes, subimos al segundo puesto entre esas prioridades, y la designación de Harris así lo confirma.
Aunque no lo quieran reconocer, los anuncios de la nueva administración tienen un rol central en el incremento de migrantes y niños llegando a la frontera en las últimas semanas. Como se ve en las declaraciones de Biden al nombrar a Harris, atribuyen el incremento de migrantes principalmente a los desastres naturales —que tienen su parte de responsabilidad, pero no toda—, a la violencia y a la corrupción, pero no mencionan entre las causas el cambio de políticas, ni mucho menos el tema económico.
Con base en los datos que he ido recopilando sobre la relación entre la cantidad de guatemaltecos que capturan en la frontera versus los que logran llegar a Estados Unidos, los guatemaltecos que han emigrado desde octubre del año pasado bien podrían sobrepasar el medio millón —y la tendencia sigue al alza—, y como ya se ha estudiado por mucho tiempo, la gran mayoría de ellos lo habría hecho por razones económicas; es decir, porque consideran que allá tendrán muchísimas más oportunidades de encontrar un buen empleo que aquí. Y no nos debería extrañar que incluso la caída en matriculación en el Ministerio de Educación se deba también, en gran medida, a los niños que están migrando —con sus familias o solos—.
Mientras no se entienda que lo que se necesita en los países de la región no es “ayuda”, sino inversiones que generen empleos productivos para que la gente no tenga que ir a buscar esos empleos en Estados Unidos, la emigración continuará. Lamentablemente, esa no parece ser la visión de la nueva administración.
Sigo considerando que las circunstancias geopolíticas están dadas para que muchas empresas pudieran instalar en la región sus cadenas de producción y logística para abastecer el mercado norteamericano, pero se tendrá que hacer “a pesar” de los gobiernos.