IDEAS

¿Paro o bloqueo nacional?

Ayer se dio lo que sus organizadores llamaron “paro nacional”, que, si lo vemos desde la perspectiva de ese nombre, fue un fracaso, ya que no hubo tal paro, y la mayor parte de personas y empresas siguieron en sus labores a pesar de la convocatoria. Pero, lamentablemente, lo que sí se dio fue un bloqueo nacional, ya que varios grupos prohibieron la circulación de las personas en distintos puntos del país y en algunos de la ciudad. Lo peor es que algunos, malintencionadamente, siguen queriendo igualar los bloqueos con las manifestaciones, lo que es una gran mentira.

' Yo sostengo que las manifestaciones y los bloqueos no solo no son lo mismo, sino que son cosas diametralmente opuestas.

Jorge Jacobs

Soy fiel creyente de que en una sociedad libre todos tenemos el derecho de expresar nuestro punto de vista y de tratar de convencer a los demás por persuasión, no por imposición. Las manifestaciones pacíficas, en las que no se violan los derechos de las demás personas, son una de las mejores formas de practicar ese derecho a la libre expresión.

El problema es querer igualar las manifestaciones con los bloqueos. Yo sostengo que no solo no son lo mismo, sino que son cosas diametralmente opuestas. Relaciono la manifestación con la expresión de mi punto de vista sobre cualquier tema, derecho que todos tenemos y podemos ejercer en una sociedad libre. Ahora bien, ejercer ese derecho no me da la potestad de violarle sus derechos a los demás —indistintamente de que los demás estén a favor o en contra de lo que estoy expresando—.

Quienes defienden los bloqueos argumentan que es una forma de manifestación. Tienen razón en el sentido de ser una forma que utilizan para expresar su punto de vista, pero va más allá, ya que violan los derechos de muchas personas que no tienen parte en el asunto y, por lo tanto, les están imponiendo una carga que no les corresponde. Esta considero que es la gran diferencia entre manifestar y bloquear.

Algunos me acusan de “criminalizar” la “protesta social”. Pues yo considero que quienes la “criminalizan” son quienes azuzan a la gente a bloquear la circulación para “hacer oír su voz”. Yo simplemente estoy haciendo ver el problema de las cosas que ellos hacen, pero son ellos quienes lo están haciendo, no yo.

Algunos otros utilizan el argumento de que existe un “conflicto” entre dos derechos, el de manifestación y el de circulación, y que, en el gran contexto, es más importante el de manifestación. Yo considero que esta es una falacia que se origina precisamente en igualar la manifestación con los bloqueos. Nuevamente, yo no considero que el derecho de manifestación me dé el derecho de pasar sobre los derechos de los demás, o para ponerlo más claro en este caso, yo puedo muy bien manifestar sin que para ello tenga que “bloquear” el paso de los demás. Bajo esa perspectiva no hay ningún “conflicto” entre el derecho a manifestar y el derecho a circular.

Luego hay quienes dicen que depende de la causa, que no es lo mismo cuando lo hace un grupo organizado de presión que cuando lo hace un grupo de personas que no tiene ninguna otra forma de “hacer oír su voz”. Bajo esta perspectiva, lo que hacen los grupos de presión está mal, pero lo que hacen los habitantes de una colonia o los alumnos de un instituto, o en este caso, quienes se oponen a la corrupción, está bien.

Yo encuentro varios problemas con este razonamiento, siendo el principal: ¿En dónde se traza la raya de qué es lo aceptable y qué no? ¿Quién tendría que decidir quiénes sí pueden bloquear y quiénes no? Como soy partidario de la igualdad de todos ante la ley, cuestiono esta postura no solo como impráctica, sino también como ilegítima.

En resumen, sostengo que manifestar no es lo mismo que bloquear, que los bloqueos son ilegales y que las autoridades deben evitarlos, no fomentarlos. Y en ese sentido considero que lo que muchas personas hicieron ayer fue un delito.

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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