IDEAS

Quitar impuestos es mucho mejor que subsidiar

Hace seis meses publiqué una versión similar de este artículo y esta semana alguien lo estuvo circulando en las redes, argumentando que seguía vigente, y tiene razón. El problema sigue siendo el mismo, pero los políticos prefieren darle atol con el dedo a los guatemaltecos a través de un subsidio que nos sale carísimo a todos los tributarios, en lugar de tomar la decisión más sana y que es la que saldría más costo efectiva para todos los involucrados.

Cada cierto tiempo volvemos a escuchar los mismos lamentos: los combustibles y el gas están subiendo de precio, por tanto, “el Gobierno ‘tiene que hacer algo’ para aliviar nuestras penas”. Pues para aliviar la carga que representan los altos precios de los combustibles para los guatemaltecos, lo único que realmente puede hacer el gobierno, pero no lo quiere hacer, es quitarle impuestos, por eso es que se han decantado por un antieconómico subsidio populista.

¿Qué más podría hacer el Gobierno? Nada más. No puede amenazar a los productores de petróleo con que si no le bajan el precio ya no vamos a comprar; menos ahora en esta época de guerra. Tampoco puede ponerles precios tope a los combustibles porque lo único que lograría es que haya escasez, largas colas en las gasolineras y que entre más gasolina de contrabando.

La única otra opción que le queda al Gobierno es la más obvia: quitarles los impuestos a los combustibles. La mayor parte de personas no tiene idea de que con cada galón de gasolina que le echa a su carro, moto o camión hay un impuesto específico —adicional al IVA— que está pagando. En la gasolina súper son Q4.70 por cada galón. En la regular son Q4.60 por cada galón. Y hasta en el gas propano se paga un impuesto de Q0.50 por cada galón, lo que implica que en un cilindro de 25 libras se paga un impuesto de Q2.80.

' Es un impuesto inconstitucional que se sostiene en fraude de ley.

Jorge Jacobs

Si a usted eso no le parece mucho, déjeme contarle que, de galoncito en galoncito el Gobierno se embolsó más de 4 mil millones de quetzales el año pasado, solamente de este impuesto.

Lo peor de todo es que este es un impuesto inconstitucional. La Corte de Constitucionalidad ya lo declaró así desde hace más de 15 años, pero los diputados de esa época, en uno de los mejores ejemplos de “fraude de ley”, le jugaron la vuelta a la CC y solo le cambiaron la redacción a la ley del impuesto para decir que ya no era inconstitucional y seguir cobrándolo.
Pero como aquí la ley, la Constitución y la Carabina de Ambrosio a los políticos y a los funcionarios les vienen del norte, no importa que sea inconstitucional si les va a representar ingresos de 4 mil millones de quetzales al año.

Quitar el impuesto inconstitucional a la Distribución de Petróleo Crudo y Combustibles Derivados del Petróleo es lo único económicamente sensato que podrían hacer los diputados y el Gobierno para que los guatemaltecos pudieran conseguir gasolina más barata en las actuales circunstancias, pero nunca lo van a hacer porque les representa menos ingresos. Por eso prefieren aprobar subsidios antieconómicos, porque eso no afecta sus ingresos —de hecho, hasta les sirve para “ampliar” el presupuesto del año entrante, por si no logran que les aprueben el nuevo—.

De allí solo queda esperar que baje el precio internacional del petróleo, lo que seguramente va a llevar mucho tiempo, entre los obstáculos para incrementar la producción en Estados Unidos y la guerra en Ucrania, con las sanciones al petróleo ruso.
Ahora que aprobaron más subsidios, los políticos tendrán que enfrentar, tarde o temprano, que ya no podrán seguir dándolo, y entonces los precios se incrementarán nuevamente y les saldrá el tiro por la culata de su medida populista. Tal vez en ese momento no les quede otra que tomar la decisión de quitar los impuestos.

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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