EDITORIAL

Potencial productivo necesita y merece apoyo

Aunque en porcentaje los microcréditos destinados a emprendimientos o empresas muy pequeñas únicamente representan el 2.68 por ciento, esta fracción abarca un monto de Q6 mil 485 millones en el último año: un crecimiento de 69% que constituye una señal de aliento, una previsión de mayor productividad y una prueba más del espíritu trabajador y resiliente de los guatemaltecos.

Si bien la gran mayoría de estos créditos se encuentra en un monto de hasta Q50 mil, que para ciertos grupos podría parecer pequeño, dicho recurso se convierte en estratégico para personas y familias que deciden instalar un comercio, un taller de artesanía o ventas de alimentos como alternativa al desempleo. Más de cien mil préstamos han sido otorgados por debajo de esta cifra. De Q50 mil a Q100 mil hay 23 mil 859, y de Q100 mil a Q500 mil, 17 mil 185 solicitudes concedidas

La optimización de trámites bancarios y la tecnología contribuyen a la agilización de gestiones de efectivo fresco, que a su vez recircula en el mercado y regresa en forma de réditos para ahorrantes, en un círculo virtuoso que dinamiza la competitividad. Aún está por verse si las recientes medidas tomadas por la Reserva Federal de Estados Unidos respecto de la tasa líder tienen algún efecto sobre el porcentaje de intereses en la banca local. No obstante, la liquidez en el sistema financiero y la misma competencia entre entidades de crédito bancario posibilitan un juego que beneficia a los usuarios, ya sea con planes extendidos de cuotas, posibilidad de amortización anticipada o tasas preferenciales para quienes son ahorrantes. Esto no solo beneficia a los microcréditos para negocios, sino también a los préstamos para compra de bienes.

No está de más mencionar el aporte de las remesas migrantes como un factor de fortalecimiento del producto interno del país, a través de una mayor liquidez y disponibilidad de divisas. De hecho, este recurso puede ser potenciado aún más mediante planes de asesoría en inversión para receptores recurrentes de envíos de dinero desde EE. UU. Justo en esa misma línea, es sana y recomendable una mayor prestación de servicios de capacitación en herramientas financieras para optimizar resultados y potenciar el crecimiento de inversiones. Los mismos pénsum de estudios de secundaria o diversificado deberían comenzar a incluir este tipo de conceptos y cálculos como competencias necesarias para el emprendedor.

El fortalecimiento del sector bancario y cooperativista en cuanto a la provisión de créditos es una buena noticia incluso para la gobernanza, pues se cierra el paso a bandas ilegales que supuestamente “prestan” pero en realidad extorsionan a los recipiendarios. No obstante, por otro lado, el florecimiento de pequeños negocios precisa de un mayor esfuerzo gubernamental para controlar a gavillas de extorsionistas, ya sean pandilleros o imitadores, que constituyen el principal freno a la prosperidad en periferias y barrios.

La reciente aprobación de la Ley de Interés Preferencial para la Adquisición de Vivienda, después de numerosos rezagos, también puede llegar a convertirse en factor de transformación, al respaldar esfuerzos de inversión en el sector inmobiliario y a la vez posibilitar que más familias puedan contar con un domicilio propio. De nuevo, todavía está pendiente observar los efectos que tengan las alzas de materias primas como el hierro o del transporte de materiales en los costos de proyectos.

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