Un logro inspirador en nuestro suelo
Jaime Viñals no solo subió y bajó de los volcanes: su logro constituye una metáfora perfecta para inspirar la continuación de esfuerzos ciudadanos para superar tantas barreras y vicisitudes.
Guatemala vive tiempos desesperantes debido a la mañosería de sucesivas camadas de politiqueros, la negligencia o franca incapacidad de funcionarios, los rezagos acumulados gobierno tras gobierno y, para colmo de males, los repuntes violentos, la corrupción y los avatares económicos agregan peso sobre los hombros de la ciudadanía. Los alicientes para la esperanza son más bien escasos, pero ello no reduce un ápice la necesidad de modelos positivos con valores concretos. Por eso, sin caer en negacionismos de la realidad ni cortinas distractoras, abordamos en este espacio el logro del montañista guatemalteco Jaime Viñals: escalar 14 volcanes en 15 días para establecer un nuevo récord Guiness.
No era una meta fácil: los ascensos fueron todos a volcanes arriba de los tres mil metros de altura, incluyendo los dos más altos del país: el Tacaná y el Tajumulco, cada uno a más de cuatro mil metros. También estuvieron en la lista el cerro Siete Orejas, Cerro Quemado, el volcán Santa María, Santo Tomás y el Zunil, en Quetzaltenango, así como el cerro Cuxliquel, en Totonicapán; el San Pedro, el Atitlán y el Tolimán, en Sololá; el de Fuego y el Acatenango, ubicados en el departamento de Chimaltenango, y, finalmente, el volcán de Agua, en Sacatepéquez.
Viñals es un experto montañista que ganó celebridad al convertirse en el primer centroamericano y en el segundo latinoamericano en conquistar la cumbre del monte Éverest, el más alto de la tierra (8,848 metros sobre el nivel del mar) en el 2001. Ese objetivo comenzó en 1994, pero la expedición se suspendió por mal tiempo. En 1999 lo intentó de nuevo, pero se lesionó y no pudo continuar. En el 2001 tomó una ruta poco frecuentada, y a pesar de la dificultad, lo consiguió.
En su palmarés también destaca haber escalado las siete cumbres más altas del mundo, incluyendo algunas de alto riesgo y gran dificultad. Aunque parece un logro en solitario, no lo es, porque demanda, primero, un gran respaldo familiar, así como de un equipo de apoyo. En el caso del presente récord, precisó de una buena nutrición previa, supervisión médica y logística. Esto no demerita para nada la consecución de la actual marca, pues a sus 58 años de edad el guatemalteco logró enfrentar los diversos terrenos con decisión y fuerza de voluntad.
Detrás de estos 15 días memorables hay largos meses de acondicionamiento físico y preparación mental. Entre los valores que se hacen palpables en este desempeño se encuentran la disciplina para mantener la constancia y el avance ascendente hacia un gran objetivo a través de metas intermedias, cada una de ellas literalmente imprescindible y con un plazo inamovible. El proyecto de las 14 cumbres también pone a Guatemala en el ojo del mundo, como un destino de aventura, montañismo e incomparables paisajes, lo cual manifiesta la vocación altamente nacionalista que ha caracterizado a Viñals durante su carrera.
A veces los récord Guiness han sido asociados con excentricidades y situaciones más bien curiosas, pero el que ha impuesto Viñals constituye una exhibición de fortaleza ante los elementos. Esta hazaña debería ser motivo de diálogo en aulas de primaria, secundaria, bachillerato e incluso universitarias, a fin de motivar nuevas vocaciones para el andinismo, pero también para reconocer la ubicación, características y alturas de las cumbres conquistadas. Jaime Viñals no solo subió y bajó de los volcanes: su logro constituye una metáfora perfecta para inspirar la continuación de esfuerzos ciudadanos para superar tantas barreras y vicisitudes actuales.