EDITORIAL
Fiscalización indispensable
Desde diversos sectores se percibe un tenaz forcejeo por intentar torcerle el brazo a una parte del sistema de justicia, y puesto tras las rejas el abogado conocido como el Rey del Tenis, parte de las discusiones giran en torno a si habrá cesado su influencia o si delegó en otros personajes la operación tras bambalinas para incidir en la elección de fiscal general.
Aunque se supone que existen al menos tres grupos, el mayoritario estaría encarrilado en hacer la mejor elección, pero hay dos grupos minoritarios que pujan por incidir en ese proceso, uno vinculado con la vieja ala militar y otro con un exrector, que desde hace varios años se ha sumado a los traficantes de influencias, para mantener la cooptación del Estado.
El jueves concluyó el período de presentación de señalamientos, más bien de descalificaciones, contra 14 de los aspirantes, por quienes buscan sacar de la contienda a quienes consideran que podrían darle continuidad a la labor desarrollada por Thelma Aldana al frente del Ministerio público, y estas van desde quienes navegan sobre posturas extremas hasta quienes han velado por la buena marcha del sistema de justicia.
Lo cierto es que en la lista de los que pasaron el primer filtro se encuentran aspirantes que no debieran quedar entre los finalistas, por su discutible pasado o por tener claros nexos con el actual gobierno o con políticos señalados por corrupción, algunos de ellos en la cárcel.
Existen también algunos candidatos cuyo pasado a la vez confunde, y no queda claro cuál sería su papel al frente de una entidad crucial en el combate de la corrupción. La misma integración de la comisión postuladora arroja demasiadas dudas sobre su idoneidad, porque cuenta con algunos integrantes que, por honestidad, debieron haberse hecho a un lado de este proceso, al tener claros vínculos con políticos recalcitrantes.
Empieza a correr el plazo para que la Comisión de Postulación analice los señalamientos y se convierta en el primer filtro para frenar a algunos aspirantes, aunque a partir del próximo jueves estos contarán con casi una semana para desvanecer cualquier sindicación de sus detractores.
La historia de Guatemala demuestra que en eventos de esta naturaleza la definición de personajes para ocupar posiciones medulares se ha discutido a la orilla de una cama, como se supo que ocurrió en tiempos del Partido Patriota, porque para quienes han hecho de la corrupción un modelo de gobierno la elección de un fiscal idóneo sería un desastre, por lo cual no debe dudarse de que en este proceso hay involucrados representantes del poder político y económico.
Hay otro escenario, quizá el menos mediático pero no por ello menos influyente, y es el de la diplomacia, que con Estados Unidos a la cabeza insiste en la responsabilidad para el país de elegir a un fiscal general independiente. Esto casi se ha convertido en un eslogan de diplomáticos y congresistas estadounidenses, que con claridad han exhortado a comisionados y al presidente a no dar un mal paso y a buscar el sometimiento del próximo fiscal al poder político. De ocurrir algo así, sería una victoria que debe leerse como una dolorosa nueva derrota para Jimmy Morales.