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Creatividad de artistas guatemaltecos sigue vigente en medio de pandemia

Los artistas de distintas ramas se han adaptado durante la pandemia para continuar desarrollando su creatividad.

La artista visual Evelyn Morán, de Alta Verapaz, ha continuado produciendo obras, aunque no en la misma cantidad, pues la demanda  del arte ha decaído considerablemente. (Foto Prensa Libre, cortesía de Evelyn Morán)

La artista visual Evelyn Morán, de Alta Verapaz, ha continuado produciendo obras, aunque no en la misma cantidad, pues la demanda del arte ha decaído considerablemente. (Foto Prensa Libre, cortesía de Evelyn Morán)

La falta de ingresos económicos derivada de las restricciones gubernamentales para frenar la pandemia del nuevo coronavirus ha obligado a artistas a innovar su trabajo o, en extremas circunstancias, a dedicarse a actividades ajenas a su talento creativo. Pero eso no los ha detenido para buscar nuevas vías para expresarse, y lamentan la falta de interacción y acercamiento con el público para que pueda apreciar de mejor manera su producción.

Estéfani Cristales, secretaria general de la Universidad Popular (UP), refiere que muchos artistas, a falta de empleo, han tenido que aceptar trabajos seculares que no hubieran realizado en otro momento, como mensajería o venta de ropa o comida. Como institución artística, la UP ha generado ingresos con cursos virtuales breves, de un mes, de diferentes programas artísticos y de superación personal. La pandemia ha sido una oportunidad, dice Cristales, pues les ha permitido llegar con sus cursos a personas en otros países. “La madre de la creatividad es la necesidad”, recalca.

El dramaturgo Ricardo Martínez, fundador del grupo teatral para niños Diez Junior, trasladó las escenas de las tablas al radioteatro, al adaptar la obra En la jungla de Alau, que pone en evidencia a los animales en peligro de extinción. De esa manera se reinventó para no dejar sin trabajo a los actores que estaban ensayando una obra antes de que se cerrara el país, por la pandemia. El lema de la producción fue: “A ti que nos has apoyado durante 30 años en las salas de teatro, nosotros llegamos ahora a tu sala”.

Además, Martínez produjo varios videos relacionados con leyendas populares que se difundieron de manera gratuita, y organizó un certamen virtual de coreografía sobre tradiciones populares guatemaltecas. “La idea era buscar cómo mantenerse vigente en el arte y la cultura”, señala el dramaturgo, que también es catedrático universitario.

El teatro no es igual cuando se aprecia en línea, indica Guillermo Monsanto, actor, director teatral y director del Centro de Documentación de la Galería El Attico. Sin embargo, cedió ante la sed de la creatividad y, como Martínez, produjo y presentó este año para radioteatro la obra El puñal de godo, de José Zorrilla, un género en el que nunca había incursionado, y logró llevar a la radio siete obras más.

“Gracias a la docencia y a la radio logramos suplir la falta de escenario. Es una exploración del medio que no vamos a abandonar”, dice Monsanto, quien refiere que recibían ingresos gracias a patrocinadores.

La actriz independiente Tita Mendoza cuenta que no poder hacer su trabajo fue como si le “hubieran cortado las alas, pues sus actividades no solo se circunscriben a la actuación, sino a la gestión cultural, docencia y organización de eventos”. “Como quiropráctica, también se me cerraron las puertas, pues se requiere el contacto con el paciente”, refiere la también locutora, quien asevera que, a causa de la pandemia, hubo alto porcentaje de despidos en las radios.

Por esa razón debió dedicarse a actividades alternativas como emprendimientos en ventas. Este año participó en la obra de Jorge Ramírez, Toc toc covid, crónicas de una pandemia, que tuvo poco público, debido a los constantes cambios de horarios en los toques de queda. También ha sido contratada para hacer monólogos virtuales y coaching. Impartió, ad honorem, clases de teatro, “para saciar la necesidad de expresión artística y aliviar el encierro”, dice. Actualmente forma parte del elenco de la obra Chicago.

La actriz y directora de teatro Yara Contreras se quedó sin trabajo de un momento a otro. A fin de generar ingresos, se integró a un colectivo para impartir talleres de arte dramático en línea, aunado a que imparte clases particulares de esta disciplina, así como canto e inglés, para no alejarse de su pasión. Comenta que se negó a participar en obras de teatro en línea “porque no es su lenguaje”. “Lo difícil del teatro es que actores y actrices han resultado contagiados —de covid-19—, por lo que es difícil conseguir reemplazos en tan solo una semana, o cierran los teatros por restricciones. Ya no se sabe qué esperar”, añade.

Arte visual, golpeado

En relación con el arte visual, Monsanto refiere que muchas galerías de arte debieron cerrar y se trasladaron de las salas físicas a las virtuales, donde los artistas pudieron continuar exhibiendo su arte para la venta. “No nos dimos cuenta de que fue algo natural y que estábamos innovándonos”, añade Monsanto, quien expone que el problema es que muchas casas están de luto por el fallecimiento de alguno de sus miembros a causa del nuevo coronavirus y aún no tienen contemplado adquirir obras de arte.

Un fenómeno que ha surgido, detalla, es el aumento de venta de obras de arte de renombrados artistas guatemaltecos como Dagoberto Vásquez, Humberto Garavito o Alfredo Gálvez Suárez, pues, a causa de las penurias económicas, las personas se han visto en la necesidad de venderlas.

El artista visual y docente Selvin García, director de la galería Enrique Acuña Orantes, de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, coincide en que, debido a la reducción general de ingresos, las obras de arte se quedan en último plano en la prioridad de gastos. Al cerrarse los locales, considerados no esenciales, donde se comercializa el arte como ventanas de difusión de nuevas propuestas de artistas, estos se quedaron sin plataforma para captar clientes potenciales, por lo que debieron migrar a la modalidad virtual. Hace unos meses, algunas galerías han vuelto a abrir. “Algunos artistas debieron dedicarse a la docencia, pues se redujo la demanda de su arte”, detalla.

La arquitecta y artista visual de Alta Verapaz Evelyn Morán explica que la pandemia golpeó a su gremio de manera significativa. Ella y su esposo, el muralista Nicola Fasoli, han organizado desde hace 10 años el Festival al Aire Libre en ese departamento, al que asisten artistas de todo el país para exponer sus obras. El año pasado lo presentaron de forma virtual. “Era un espacio de convivencia diferente para conocer a los artistas”, refiere Morán, y afirma que ha producido pocas obras, por la escasez de pedidos, y al no obtener esos ingresos se ha dedicado a la venta de comida o trazo de planos de arquitectura.

El artista visual José Alejandro García, de Quetzaltenango, indica que, debido a que la mayoría de sus obras son paisajísticas, le da nostalgia no poder salir a plasmar la naturaleza, lo cual afecta su proceso creativo. Añade que la demanda de sus obras se ha reducido en un 80% y que actualmente participa en exposiciones virtuales para poder ofrecerlas, pero destaca que la presencia física del artista en las muestras es importante para acercarse al público.

“Este año no ha despegado el deseo de adquirir obras de arte”, señala García, quien, a su edad —70 años—, no tiene muchas opciones para obtener ingresos.

Música y baile

“Los artistas podríamos dedicarnos a otras cosas, pero nuestras capacidades y habilidades giran en torno al arte, y eso no se pensó al momento de establecer las restricciones, porque a ellos nos les afecta. Dejamos de desarrollarnos y tener ingresos”, afirma el cantautor y docente Miguel Ángel Duarte, director de la Academia Staccato. “Yo no decidí ser artista, porque esa es mi habilidad. Soy feliz y me gusta lo que hago. Me dedico 300% a la música, pero nos bloquean nuestro arte y nuestro ser”, añade Duarte, quien insta a buscar otras estrategias para que el artista se desarrolle.

“Si antes los teatros de 600 personas no se llenaban, ahora, con un aforo de 150, menos, con lo cual no se cubren ni los gastos”, dice Duarte, quien pide al Gobierno que, en estas circunstancias, exonere a los productores de impuestos, porque estos son altos para esta actividad artística. Su productora, Duarte Productions, ya lleva más de año y medio sin presentar eventos. Cuenta que ha tenido que vender parte de sus instrumentos y equipo, por necesidad.

El bailarín, instructor y productor visual Víctor Ellington explica que el contacto del artista con su entorno y el ser humano es importante, por lo que se rehusó dar clases virtuales y decidió impartirlas de forma privada, por solicitud de sus alumnos. También ha realizado contenidos digitales como fotografías y videos para empresas, así como modelaje. Ellington lamenta que en Guatemala el artista no se vea como trabajador profesional, “y lo toman como un chiste”.

Bailarín Víctor Ellington se dedica al modelaje y a dar clases privadas de baile. (Foto Prensa Libre, cortesía de Víctor Ellington)

“No tenemos el apoyo del Gobierno”, lamenta el bailarín, a quien le da tristeza ver a colegas trabajando en semáforos para ganar el sustento diario. “Tuvo que venir la pandemia para que el artista tomara en serio su trabajo, al preparar su portafolio para poder promocionarse”, añade.

Al comienzo de la pandemia, al cantautor Voelin le cancelaron varias giras. “Los artistas, incluso, no querían dar conciertos en línea porque no tenían recursos”, recuerda Voelin, quien tuvo que vender varias de sus pertenencias y generar contenido audiovisual.

El cantautor Voelin produjo su álbum Catharsis durante el confinamiento. (Foto Prensa Libre, cortesía de Voelin)

“Durante los conciertos se emana una frecuencia energética. No es lo mismo cantar frente a una cámara que ante dos mil o cinco mil personas”, dice el intérprete del tema Mueve, quien durante el confinamiento produjo su álbum Catharsis, para lo cual tuvo que vender su guitarra. “Necesitamos apoyo artístico para que podamos seguir trabajando en lo que nos apasiona”, indica el cantante.

El comediante Rodrigo Martínez, cuyo nombre artístico es Chicote, afirma que al cerrar los cafés y restaurantes donde se presentaba también optó por hacer su trabajo vía virtual, aunque fuera complejo, porque, “lamentablemente, se pierde lo lúdico, la interacción entre el artista y el público”. Complementó su labor con la docencia y venta de comida.

El comediante Rodrigo Martínez “Chicote” se presentaba vía virtual para continuar generando ingresos. (Foto Prensa Libre, cortesía de Ricardo Martínez)

Ayuda gubernamental

La mayoría de actores entrevistados han participado en la iniciativa de Telón Abierto, del Ministerio de Cultura y Deportes, con lo que algunos resultaron beneficiados, ya que se le entregan a la compañía de teatro Q25 mil para montar una obra, con escenografía y vestuario, y presentarla en cuatro funciones en teatros estatales o municipales, donde se les provee de iluminación y audio, con aforo limitado de asistentes y sin costo.

Además, la mayoría de ellos se beneficiaron en el 2020 con el programa Apoyarte, que consiste en una subvención de Q3 mil, y que este año se retomará, pues las inscripciones se reanudaron la semana pasada en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias.

Algunos de los artistas entrevistados ya se inscribieron en el Registro Nacional del Artista (RNA), lanzado por la mencionada cartera, el 21 de septiembre último, pues lo consideran “positivo”, una “buena catalogación” o “sondeo del movimiento artístico para justificar programas de apoyo”. Otros aún no lo han hecho porque no se han enterado del programa, no disponen de suficiente información al respecto, se muestran escépticos sobre la ayuda o no saben cómo hacerlo, porque residen en la provincia. “Espero que el señor ministro le dé seguimiento al RNA y que se mantenga, y no sea solo por la pandemia”, añade Martínez.

“Muchos artistas como yo estamos dudosos y observantes —del RNA—. No es una decisión definitiva, pero todavía no daremos ese paso”, dice Monsanto.

Iniciativas del Ministerio de Cultura

Varias iniciativas ha lanzado el Ministerio de Cultura y Deportes para apoyar a los artistas durante la pandemia.

El viceministro de Cultura y Deportes, Cristhian Calderón, informó que en el último trimestre del 2020 se destinaron Q9 millones para apoyar a tres mil artistas con una subvención de Q3 mil, mediante la iniciativa Apoyarte.

Este año se asignaron Q5 millones para apoyar a mil 666 artistas, y podría aumentarse la cantidad a Q10 millones, para cubrir a tres mil.

En el 2021, además, se destinaron al gremio teatral Q800 mil, mediante el programa de Telón Abierto, con el cual han sido beneficiadas 28 compañías de la capital y del occidente, con Q25 mil cada una.

A inicios del 2021 se creó la iniciativa Ventanas Artísticas, para promover espacios instalados por esa cartera en centros comerciales, para que artistas visuales pudieran exponer sus obras de manera gratuita y ofrecerlas a la venta. Calderón aseveró que se han generado Q160 mil en ventas para 300 artistas.

“De septiembre del 2020 a la fecha hemos apoyado con Q11 millones al gremio artístico”, refirió Calderón, “sin contar los Q10 millones de este año”.

Sobre el RNA, el viceministro expuso que, aunque no es nuevo, pues se implementó en el 2014, este año esperan que se registren de manera virtual unos cinco mil artistas para finales de diciembre, y así “mapearlos para orientar las iniciativas de apoyo”.

“El ministro Felipe Aguilar tuvo un acercamiento con el IGSS para que puedan optar los artistas al seguro social y empiecen a hacer sus aportes para tener acceso a sus programas, pero antes hay que establecer cuántos artistas hay”, indicó.

Al registrarse, los artistas reciben de manera inmediata su número único de artista, para hacer trámites en ese ministerio. Calderón explicó que el artista debe llenar varios campos sobre su rama, estudios y trayectoria, y no importa el tiempo que ha estado activo.
Pueden registrarse artistas de cualquier rama y urbanos.

Los de la provincia pueden inscribirse en alguna de las 58 casas de Desarrollo Cultural de todo el país, en caso de que no tengan internet. Hasta el 13 de octubre habían contabilizado 2 mil 748 registros.

El sitio para inscribirse es www.sicultura.gob.gt. Calderón añadió que se lanzará un certamen de artes circenses, con varias categorías, y los ganadores recibirán premios económicos.

Entidad de ayuda es señalada

El Instituto de Previsión del Artista (Ipsa) fue creado según decreto 81-90, para proteger al gremio y apoyar su superación profesional mediante programas de jubilación, pensión por invalidez, servicio póstumo y consultas médicas, y se pueden afiliar artistas de diferentes ramas.

Actualmente, a esta entidad están afiliados 796 artistas de diferentes disciplinas de arte, de organizaciones artísticas y de forma individual, y 211 gozan de jubilación, según la junta directiva del Ipsa. Han fallecido 31 afiliados durante la pandemia, quienes recibieron prestación póstuma y fueron inhumados en el Panteón del Artista.

Durante la pandemia, el Ipsa, que no recibe ni maneja fondos del Estado, ha seguido brindando beneficios y servicios a sus afiliados, además de que ha entregado víveres, con el apoyo de empresas públicas y privadas, incluso a artistas, técnicos y sonidistas no afiliados, refiere. También gestionó ante el Ministerio de Desarrollo Social un apoyo para artistas y técnicos no afiliados.

El 30 de abril del 2020, el Ipsa solicitó al presidente Alejandro Giammattei un aporte a esa entidad.

El Ipsa ha sido objeto de señalamientos. En febrero último, el diputado Alberto Sánchez denunció a la directiva de la institución por incumplir con la presentación de informes de ejecución por más de 10 años. También señaló a la directora, Isabel Trejo, porque “se ha reelecto por sexta ocasión, sin dar oportunidad a los artistas de presentar planillas y llevar a cabo un proceso transparente”.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.