Desde el primer año de esta administración en 2020, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) ha incrementado casi Q100 millones al presupuesto de los comedores sociales, un programa que ha desfilado con distintos nombres durante los últimos cuatro gobiernos.
Según el Ejecutivo, el objetivo es atender a personas en situación de pobreza y pobreza extrema. No obstante, a menudo estos comedores se sitúan en centros urbanos, alejados de la población más vulnerable.
El programa ha sido cuestionado por diversos actores, incluyendo el Sindicato de Trabajadores del Mides (Sinramides), que el mes pasado, en una manifestación frente a las instalaciones de la cartera, aseguró que los almuerzos se compraban a precios altos. Además, se estaban sacrificando recursos de otros programas para apoyar los comedores, los cuales no combaten de forma significativa la inseguridad alimentaria.
Mauricio Cojón, secretario general del Sintramides, denunció que se gastan casi Q900 mil diarios en raciones de alimentos, sin evidencia de los resultados.
“Nos preocupa que se ha inyectado demasiado dinero a un solo programa, que es comedores sociales. Se sirven alrededor de 250 desayunos y 350 almuerzos en cada comedor, que hacen un total de 600 raciones diarias. Estamos entregando casi 35 mil raciones de alimentos diarios un por valor de Q25 cada uno”, expresó.