Los libros han sido objeto de persecución y condena de todo tipo, prácticamente desde la aparición de la imprenta en 1440. La primera institución en objetar de forma severa, durante cuatro siglos, lo que no se debía leer, fue la Iglesia Católica.
Fueron tan numerosas las publicaciones que se vieron obligados a elaborar un índice, al que llamaron Index librorum prohibitorum. Esto fue promulgado por el papa Pío IV en 1564, y hasta se creó una Congregación para tal efecto.
Integraron esta extensa lista, entre otros, obras de Erasmo de Rotterdam, Giordano Bruno, René Descartes y, en el siglo XX, Jean-Paul Sartre. La última edición de este Índice se llevó a cabo en 1948. Fue suprimida en 1966 por el papa Paulo VI.
Pero no solo la Iglesia ha censurado libros. Monarcas, dictadores y personas que han alcanzado el poder político y económico también han tratado de controlar y limitar la circulación de la información y el desarrollo de nuevas ideas no correspondientes a sus intereses, comenta el español Marcos Ros-Martín en el blog eldocumentalistaenredado.net
A continuación, una breve lista de los más polémicos, aunque hay muchos más, elaborada por los también españoles Helena Celdrán y José Ángel González, en el blog Trasdós de la página del diario 20minutos.es
Novelas y ficción
El primer libro prohibido en América fue The Meritorious Pride of Our Redemption, del inglés William Pynchon, publicado en 1650. El autor hizo una crítica al calvinismo puritano y defendió el entendimiento con los nativos del Nuevo Mundo.
Incomprensible para nuestra época, Madame Bovary, de Gustave Flaubert, fue una obra perseguida por la justicia francesa. A partir de su publicación en 1856, el ejemplar fue tildado de obsceno e inmoral por la fiscalía, que acusó al novelista de propagar la “poesía del adulterio”.
La fantasía que rebasa la lógica también fue objeto de censura con Alicia en el país de las maravillas, del inglés Lewis Carroll. Publicado en 1865 con gran éxito, fue un texto prohibido en 1900 por un instituto estadounidense, ya que incitaba las fantasías sexuales; años más tarde, en una provincia de China fue condenado por segunda vez porque “los animales no deberían usar un lenguaje humano”.
En 1903 fue publicado La llamada de lo salvaje, de Jack London. En 1929 fue prohibido por el régimen fascista de Benito Mussolini y más tarde por los nazis, por considerar al autor un degenerado.
Trópico de cáncer, del estadounidense Henry Miller, que salió a la luz en París en 1934, “es un texto célebre por sus descripciones sexuales, francas y en ocasiones detalladas”. Se le considera una de las obras maestras de la literatura del siglo XX. No obstante, en 1961 enfrentó un juicio en su país por ser considerada obscena.
Rechazo político y religioso
El estadounidense John Steinbeck fue objeto de desaprobación por su obra más conocida Las uvas de la ira (1939) al hacer una crítica al sueño americano.
En el marco de la Segunda Guerra Mundial, Rebelión en la granja, de George Orwell, publicada en 1945, fue censurada en Europa del Este por su crítica al estalinismo. Casi una década después, por su oposición al régimen comunista, fue prohibida Doctor Zhivago (1957) de Boris Pasternak. Hasta 1989, con la Perestroika, fueron permitidas las lecturas de Orwell y Pasternak.
El escritor indio nacionalizado inglés, Salman Rushdie, publicó en 1988 los Versos satánicos, obra prohibida y quemada en los países islámicos por blasfema a su religión. Rushdie vive en el exilio y bajo protección por un posible ataque fundamentalista.
Actualmente, las censuras a diferentes tipos de textos persisten y se extienden a las redes sociales.
Existen, sin embargo, iniciativas como la American Library Association, que dedican una semana en septiembre para dar a conocer los distintos títulos prohibidos y motivar a sus lectores a que los adquieran, según el blog de Ros-Martín.
Parte de sus postulados se basan en el pensamiento del lingüista y filósofo estadounidense Noam Chomsky: “Si no creemos en la libertad de expresión para las personas que despreciamos, no creemos en ella en absoluto”.