Revista D
Guillermina Herrera Peña: “Nuestro español es conservador”
En la más reciente obra de la reconocida lingüista Guillermina Herrera Peña, "Sinfonía de Acentos", la autora aborda las características del español hablado en Guatemala.
Guillermina Herrera Peña es subdirectora de la Academia Guatemalteca de la Lengua y fue la primera y única mujer rectora de una universidad en Guatemala. (Foto Prensa Libre, Érick Ávila)
"Vonós mejor, doña Toyita, le advirtió la otra, no sea que por shutes nos vaya mal. Eran personas discretas y nadie las había visto nunca shutear a los vecinos”. Este es uno de los ejemplos que conforman el contenido de Sinfonía de acentos, el más reciente libro de la lingüista y académica Guillermina Herrera Peña (1945), quien detalla, a grandes rasgos, las peculariedades del español que se habla en Guatemala.
Herrera Peña es miembro de número y subdirectora de la Academia Guatemalteca de la Lengua, y no solo ha realizado profundos y valiosos estudios sobre el idioma español, sino también ha rescatado la tradición oral maya y la ha transformado en cuentos y guiones radiofónicos, dirigidos, especialmente, a jóvenes, con el fin de que conozcan la historia y la cultura mayas, y así contribuir a dejar atrás la discriminación y prejuicios.
Además, ha escrito libros de cuentos y fábulas basados en la tradición oral, como ¿Por qué el tigre tiene manchas? y El tesoro de los luceros errantes.
Destaca en su trayectoria su vocación como catedrática e investigadora, lo cual la llevó a convertirse en la única mujer, hasta ahora, rectora de una universidad en Guatemala —Rafael Landívar—, donde fundó el Instituto de Lingüística, en 1987.
En Sinfonía de acentos presenta, para todo tipo de lector, las características de la fonética, fonología, morfología y léxico del español hablado en Guatemala, y provee ejemplos de autores de siglos pasados.
LECTURAS RELACIONADAS
LECTURAS RELACIONADAS
La autora enfatiza que no pretende distinguir entre “correcto” e “incorrecto”, sino simplemente retratar la variante hablada.
¿Cómo transcurrió su niñez y juventud, y cómo comenzó a sentirse atraída por el estudio del idioma español?
Yo crecí en un ambiente con mucho énfasis en la lectura. Mis padres eran grandes lectores; terminaban un libro y comenzaban otro, por lo que su ejemplo me estimuló. A los 12 años escribía poemas, y mi padre, para motivarme, recopiló algunos y los mandó a empastar. Me entregó el libro y me sentí muy feliz. Estudié en el Colegio Belga Guatemalteco, donde las religiosas implementaron una línea de educación centrada en el idioma. Aprender a leer y escribir bien era fundamental.
Provengo de una familia donde ha habido escritores. De parte de mi madre, Rafael Arévalo Martínez, que era primo hermano de mi abuelo materno, me decía: “No hay libro prohibido, lee todo lo que tengas que leer”. También, otro primo hermano de mi abuelo, Carlos Samayoa Chinchilla, quien, junto a Arévalo Martínez, era miembro de la Academia Guatemalteca de la Lengua. Del lado paterno está la destacada escritora Dolores (Lola) Montenegro (1857-1933) —precursora de la literatura femenina en Guatemala—. Toda mi infancia y niñez estuvieron marcadas por el cultivo de la lengua.
¿Quién fue su principal influencia para convertirse en lingüista?
Estudié en la URL, Letras y Filosofía. Formé parte de la quinta generación de estudiantes. Cuando estaba en el último año de la carrera, el padre Antonio Gallo —filósofo y docente, cofundador de la URL—, que era profesor mío y asesor de mi tesis, me llevó a visitar a un grupo de estadounidenses y británicos a Antigua Guatemala que se dedicaban al estudio de lenguas indígenas, en el Proyecto Lingüístico Francisco Marroquín.
Empecé a frecuentarlos, a interesarme en su trabajo y me consiguieron una beca para asistir a un encuentro lingüístico en Puerto Rico, de un semestre, a donde llegaron grandes profesores de Lingüística del español, entre ellos el doctor Antonio Quilis, reconocido experto en fonética. Y ahí dije: “esto es lo que quiero estudiar”. Luego, gané una beca para estudiar en España con Manuel Antonio Alvar, quien estaba preparando un atlas lingüístico del español latinoamericano.
Después regresé a Guatemala y comencé a trabajar en la URL. Posteriormente me gané la beca Fulbright, para estudiar Lingüística en Nueva York, EE. UU., donde había profesores que estudiaban lenguas mesoamericanas.
¿Cuáles son las principales características de la variante guatemalteca del español?
En Guatemala hay diferentes modalidades del español, ya sea del oriente, del norte o de la capital, pero entre las características generales está que es una variante conservadora, reflejo de nuestra sociedad. Por eso tenemos formas hispanohablantes que no se usan, como, por ejemplo, el voseo. Esto se debe a que, durante la época colonial, nuestra región estaba en la periferia del virreinato de la Nueva España —México—, a donde llegaban las novedades de la península y donde dejó de usarse el vos, lo cual se adoptó en México. Esos cambios no llegaban a nosotros con tanta rapidez y nos quedamos con el español conservador. El español moderno se consolidó en el siglo XVIII.

Portada del libro Sinfonía de acentos, de Guillermina Herrera Peña. (Foto Prensa Libre, Brenda Martínez)
¿Por qué muchos de los indigenismos del español hablado en Guatemala provienen del náhuatl, y pocos, de lenguas mayas?
Cuando llegaron los españoles a Guatemala, además de traer muchos indigenismos del Caribe para denominar objetos americanos, usaron los nombres en náhuatl para lo novedoso en Mesoamérica, como flora y fauna, y esos vocablos los prestaron y los trajeron a nuestro territorio, por lo que no necesitaban las lenguas mayas. Uno de los grandes objetivos de la corona española fue evangelizar a los pueblos indígenas, por lo que vinieron cientos y miles de evangelizadores, a los que la Iglesia encomendó esta tarea y optó por hacerlo en lenguas indígenas, pero como eran tantas en nuestra región, decidieron usar la lengua general, que era el náhuatl. Por ello, en esos tiempos no hubo necesidad de incorporar términos mayas.
LECTURAS RELACIONADAS
Además, razones sociales como racismo y discriminación han impedido préstamos de lenguas mayas al español, y aunque estas no tuvieron influencia en el español hablado en Guatemala, sí la tuvieron en su pronunciación. Las lenguas, al estar en contexto, influyen unas en otras.
Durante el reinado de Carlos III, en la segunda mitad del siglo XVIII, solo tres millones de habitantes en el continente americano hablaban español. Por influencia de la República, a principios del siglo XIX, se obligó a los indígenas, de una manera cruel, a hablar en español, según investigación de Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española. No podían ejercer sus derechos y recibir servicios del Estado si no lo hablaban. Carlos III quería que se hablara español en todo el imperio y repúblicas, porque quería hacer del continente una potencia, al conseguir la uniformidad lingüística y cultural.
¿Cuáles eran los vocablos más comunes en Guatemala que han dejado de utilizarse?
Desde el siglo XVIII no ha habido una gran diferencia con el léxico del español moderno. Al estudiar a autores como Sor Juana de Maldonado, José Milla y Vidaurre, José Batres Montúfar y María Josefa García Granados, la mayoría de palabras de esos tiempos se mantienen. Algunas ya no, como cucuxque, que se refiere a un pordiosero o infeliz. También, amalayar, que proviene de malaya, que significa deseo o anhelo, que se encuentra bastante en el pasado, y en la actualidad se escucha más en zonas rurales que urbanas.
En el siglo XVI, la palabra indio se usaba para referirse a habitantes originarios del continente, pues los españoles creían que habían llegado a la India, pero luego se le fue dando una connotación negativa, por lo que ha dejado de usarse. Las palabras no son buenas ni malas, sino por el significado que les atribuimos. Cuando Enrique Sam Colop —escritor y poeta— me pidió que fuera asesora de su tesis, leí por primera vez la tesis de Miguel Ángel Asturias —El problema social del indio— y me quedé horrorizada del racismo espantoso de esa época. La sociedad guatemalteca era terrible.
CONTENIDO PARA SUSCRIPTORES
¿Cuáles son las principales causas de un uso inadecuado del español, especialmente, en niños y jóvenes?
Las academias de la lengua van orientando sobre una norma que seguir, no porque sea mejor o peor, sino es la que permite la unidad de la lengua que hablan 600 millones de personas en el mundo, 500 millones de las cuales la tienen como materna. El español tiene tantos hablantes que es una gran responsabilidad mantener el estándar que permite la unidad, para que puedan comunicarse entre personas de Guinea Ecuatorial, Andalucía, Chile o México. Hay deficiencias en la escuela, que tiene la obligación de enseñar el estándar común.
¿Cuál es su opinión acerca del proceso de adaptación del español a las nuevas tecnologías?
Según datos del Instituto Cervantes, que está haciendo estudios sobre el español como lengua viva, esta es la tercera lengua más utilizada en la red; por otro lado, 8.1% de los usuarios de internet se comunican en español; México es el primer país con mayor número de hispanohablantes, y le sigue EE. UU. El español es la segunda lengua más utilizada en Facebook, LinkedIn, Twitter y Wikipedia, y de todas las películas en streaming, los hispanohablantes exigen que se traduzcan al español. Somos imperialistas, porque ante el portugués, hablamos español, ante el italiano, hablamos español, y así, sigue su expansión dinámica de crecimiento.

Herrera Peña, con el rector de la Universidad Rafael Landivar, Miquel Cortés, durante el acto en el que denominaron con el nombre de la autora al campus landivariano en Escuintla. (Foto Prensa Libre, cortesía de Guillermina Herrera Peña)
¿Qué ha significado para usted haber sido la única mujer rectora de una universidad en Guatemala y cómo transmitir este logro en otras mujeres?
En el ambiente que crecí no existía el machismo, lo cual fue una fortuna para mí. Pero todas nos encontramos con la misoginia en la vida. Una infancia y adolescencia alejada de esos problemas ayuda mucho en la formación. Cuando me nombraron rectora, no caí en la cuenta. Las mujeres deben estar conscientes de que se van a encontrar con fenómenos como estos, por lo que deben fortalecerse como profesionales y tener la fuerza y seguridad para seguir adelante. Las mujeres tienen que valorarse y manifestar el valor que sienten hacía sí mismas para poder optar a esos puestos y desenvolverse bien. Lamento que no se haya vuelto a dar el caso.
De las mujeres que han jugado un papel preponderante en diversos campos del conocimiento en Guatemala y que ha exaltado en sus publicaciones, ¿con quién se identifica mejor y por qué?
Pregunta difícil. Yo admiro la coherencia entre la acción y lo que se dice. Fuera de Guatemala, admiro a mujeres como Gabriela Mistral, que ganó el Nobel de Literatura —la primera latinoamericana en obtenerlo— y que comenzó como maestra y que se fue formando con alcances impresionantes. Otros rasgos que me llaman mucho la atención es la templanza, serenidad y servicio afable. Tuve maestras magníficas que fueron modelos para mí, tanto en el colegio como en la universidad.
"En la península dejó de usarse el vos, lo cual se adoptó en México, y ese tipo de cambios no llegaban a nosotros con tanta rapidez, por lo que nos quedamos con el español conservador y con el voseo”.
Guillermina Herrera Peña, lingüista e investigadora
Perfil de la autora
- Guillermina Herrera Peña es una reconocida lingüista guatemalteca.
- Se graduó en la Universidad Estatal de Nueva York, EE. UU.
- Fue investigadora lingüista por la Oficina de Investigación del Español, Madrid, España.
- Es licenciada en Letras y Filosofía por la Universidad Rafael Landívar (URL).
- Es miembro de número y subdirectora de la Academia Guatemalteca de la Lengua.
- Se ha desempeñado como catedrática e investigadora universitaria.
- Fue rectora de la URL del 2004 al 2009.
- Ha escrito 25 obras literarias y numerosos artículos.
- Entre los reconocimientos que ha obtenido está la medalla de la paz, en 1988; la orden Vicenta Laparra de la Cerda, en el 2013, y la orden Francisco
- Marroquín, en el 2015.
- Este año, la URL denominó con su nombre el campus universitario de la Costa Sur.





