La residencia del marqués
El emblemático Pasaje Aycinena está en la 9ª calle, entre la 6ª y 7ª avenidas. Conecta con el Portal del Comercio, aunque el estrecho pasillo, ahora, permanece cerrado.
La estructura, cuya función primigenia era comercial y habitacional, se construyó entre 1891 y 1894 por Francisco Aycinena, bajo el cargo de Luis Monzón. El arco de ingreso se levantó hasta 1931.
Antes era el patio trasero de la residencia del marqués Juan Fermín Aycinena.
Desde 1918 ha tenido varios cambios y remodelaciones debido a terremotos o incendios. Hoy, al fondo del amplio pasillo se encuentra el icónico bar y restaurante Las Cien Puertas.
Joyas, lotería y cerveza
El Pasaje Rubio, vecino del Aycinena, es otro de los símbolos del Centro Histórico capitalino.
Se construyó en la segunda mitad de la década de 1920 en un terreno que pertenecía a Trinidad Nájera viuda de Asturias.
Su nombre se debe a que sus constructores eran de apellido Rubio, quienes se propusieron edificar un pasaje estilo francés, de concreto y ventanas de madera.
En la planta baja abundan las joyerías y los anticuarios. También está un particular puesto de lotería, una tienda de té, una barbería y un café. Destaca, asimismo, el bar El Portal, que data de 1932 y que ha sido visitado por numerosas personalidades. En el segundo y tercer piso hay apartamentos.
Otros pasajes
El historiador Aníbal Chajón indica que en la primera mitad del siglo XX había un pasaje al aire libre que se llamaba Colomari (2ª avenida “A” y 13 calle, zona 1), que hoy es el Callejón Castillo. Otro era el Pasaje Savoy, en la 8 calle, entre 9ª y 10ª avenidas. Uno más estaba en la 7ª ave., entre 9ª y 10ª calle, donde ahora hay un almacén de pinturas. Un pasaje más es el Real del Parque, localizado en la 7ª avenida, a un costado de la Catedral Metropolitana.