
Crisis en Nicaragua: la desesperación de los familiares de las personas que hacen huelga de hambre en una iglesia asediada por la policía
Estela Rodríguez dice que desde hace ocho días casi no duerme: solo sabe contar las horas, mirar un calendario por el que el tiempo parece no trascurrir. Revisar una y otra vez su teléfono por si alguien la llama con alguna noticia de su hija.