Qué bueno es mi país

Nunca olvido mi origen

Desde que me mudé, Guatemala ha sido el constante recordatorio de los frijoles, el buen café, un clima delicioso y de la familia y amigos.

Adriana González, cantantede ópera.

Adriana González, cantantede ópera.

Estar en otro país te hace apreciar, y extrañar, lo que hay en tu tierra natal. Hasta el día de hoy, me ha costado encontrar un buen café en París y entonces es cuando recuerdo aquellos cafés hechos en casa que tomaba en compañía de mi madre mientras discutíamos sobre música.

Por otro lado, recuerdo todo lo que aprendí estando allá y lo mucho que me ha servido ese espíritu guatemalteco en Europa. No olvido lo mucho que luché por aprender a cantar y por aprender esas otras destrezas que conlleva la ópera, y esos momentos son mi constante recordatorio de darlo todo en escena y apreciar cada día en este bello trabajo.

Al mismo tiempo, recuerdo con mucha admiración y cariño a la gente de regreso en Guatemala, porque he visto que han surgido muchas nuevas iniciativas en la música y, sobre todo, en la mentalidad de ser músico.

Impulsar el arte en Guatemala es una motivación para seguir trabajando duro y así poder compartir mi conocimiento cada vez que regreso a Guatemala y de cierta manera, romper ese paradigma de que sí se puede vivir de la música.

Guatemala tiene esta magia, no solo de tener un clima perfecto, sino de tener gente luchadora y ese es el regalo más grande.