El médico debe ser honesto con el paciente, ya que no todos los procedimientos funcionan igual. Por ejemplo, la liposucción no puede practicarse en obesos mórbidos y enfermos cardiacos.
Las cirugías de aumento de busto y de glúteos se han convertido en las más riesgosas en los últimos años, ya que muchos médicos desconocen los efectos negativos de algunos implantes.
Se recomienda consultar a más de un especialista y acudir a clínicas avaladas por el Colegio de Médicos.