Debe pasear con correa corta, y siempre al lado o detrás de quien lo esté paseando. Quien controla el paseo y decide por dónde se pasea, es quien domina las situaciones.
Hay que premiarle cuando pase por su lado alguien y no reaccione mal.
Es importante avisar a la gente de que no reaccione mal si el perro les ladra. Que no lo miren, ni le hablen, ni le presten ninguna atención cuando él esté cerca.
Ejercicios para que el perro no ladre cuando pase junto a otros canes:
Pasear por lugares dónde haya gente u otros animales, al llevarlo corto, y no hacer caso si ladra a alguien. Seguir caminando si se ve que tiene miedo a alguien. Solo pararse en el momento en que vaya a pasar un niño (sobre todo si va jugando o moviéndose mucho), para ponerse a un lado y dejar que pasen; si el perro se queda quieto, más efusivamente llegará a sentarse a mirar cómo pasan.
Salir con gente que tenga perros equilibrados, con los que se pueda soltarlo sabiendo que no le van a hacer daño si reacciona con miedo.
Ponerse en la puerta de un centro comercial, o en un parque que pase mucha gente a pasar un rato. Que vea gente caminando, entrando, saliendo. y que vea que pasan de él. Premiarle si se queda quieto sin ladrar, si siente curiosidad por la gente (los mira, olfatea el aire) pero no les ladra, y también si logra mantenerse un rato sentado mirando. Cuando esté un par de minutos sentado, sin ladrar a nadie, hay que decirle “muy bien”, premiarlo y regresar a casa.