Dirigido por el economista Jeffrey Sachs y encargado por la Comisión de la Felicidad de la ONU, la investigación coteja varios datos estadísticos sobre cuáles son los países más felices y sobre los factores que ayudan a crear la felicidad, y asegura que uno de ellos es contar con empleo y también no sentir que el puesto de trabajo peligra.
“El desempleo reduce obviamente la felicidad, pero por razones diferentes a las obvias. No se trata de perder ingresos, sino que es la pérdida de autoestima y de la vida social que proporciona el trabajo lo que conduce a una caída de la felicidad”, afirma.
Los expertos de la universidad neoyorquina indican que incluso contar con empleos “de baja calidad” proporcionan “mayor satisfacción que estar desempleado”. Destacan que trabajar por cuenta propia ayuda más a ser feliz en la mayoría de países, a excepción de los de América Latina.
Trabajar por cuenta propia puede ser “una necesidad más que una opción” en los países en desarrollo, donde no hay tanta disponibilidad de “empleos formales”. Por esa razón se concluye que “cuando no es una opción, no ayuda a incrementar la felicidad”.
Entre otros factores significativos que afectan al bienestar personal además del trabajo, acorde al estudio son: el entorno social y familiar, la salud física y mental, además del contexto del país en el que se vive, relacionado con la riqueza del mismo y el grado de libertades.
Con información de EFE.