¿Qué es?
La menopausia es “la fecha en la que se produce la última regla, como consecuencia del cese completo de la producción hormonal del ovario”, explica Juan José Vidal, jefe de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional de Madrid. Marca el ocaso de la vida reproductiva de la mujer, algo que la mayoría alcanza alrededor de los 50 años.
Sin embargo, esta pérdida hormonal no suele producirse de manera brusca. En la mayor parte de las mujeres se da una primera etapa conocida como premenopausia. Dura unos cinco años, aunque puede ser más corta y precoz en las fumadoras, estresadas y que han sido operadas de útero y ovarios, señala la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia.
Según indica esta organización, durante la premenopausia se producen diferentes variaciones que pueden afectar tanto al ritmo físico de la mujer como a aspectos psicológicos de su vida. La prolongación de la etapa entre menstruaciones, la sequedad de la piel y las mucosas y la pérdida de la capacidad de atención constituyen algunos de estos cambios.
Más tarde se produce la menopausia propiamente dicha, que suele aparecer rodeada por diversos síntomas. Los principales son “el cese de las menstruaciones, los sofocos, un cambio de carácter con tendencias depresivas, alteraciones del sueño, sequedad vaginal, disminución de la apetencia sexual y dolores óseos acompañados por un aumento del riesgo de osteoporosis”, sostiene el doctor Vidal. El último está originado por una pérdida de masa ósea, aclara el ginecólogo.
“La mayoría de las mujeres y de los médicos reconoce que los sofocos son el síntoma más característico y problemático del climaterio. Los sofocos y la sudoración nocturna se denominan síntomas vasomotores”, apunta la Sociedad Internacional de Menopausia.
“Aún no se han establecido los mecanismos precisos implicados en la génesis de los sofocos. No obstante, se consideran una consecuencia de la alteración del mecanismo de regulación de la temperatura en el hipotálamo, desencadenada por un declive de las concentraciones de estrógenos después de una estimulación estrogénica anterior”, indica esta entidad.
Una vida plena
Distintos tratamientos pueden paliar estos síntomas y permitir que la mujer desarrolle una vida plena. Entre ellos destaca la terapia hormonal sustitutiva. “Consiste en la administración de estrógenos y progesterona, dos hormonas que el ovario produce desde la pubertad y cuya falta da lugar a la menopausia”, explica Juan José Vidal.
“Los productos derivados de la soja también tienen una acción hormonal, aunque muy ligera”, precisa.
También se puede emplear psicoterapia para tratar los cambios de carácter. Por otro lado, la práctica de ejercicio físico y el aumento del consumo de calcio sirven para prevenir la osteoporosis, mientras que el empleo de geles vaginales permitirá una mejor lubrificación y facilitará las relaciones sexuales, señala el especialista.
Entre los distintos hábitos saludables que ayudarán a la mujer a afrontar la menopausia se aconseja llevar “una dieta que impida el aumento de peso, ingerir menos calorías y aumentar el consumo de productos lácteos.
Tomar algún complemento de soja, practicar ejercicio físico, mantener la mente ocupada y someterse a revisiones ginecológicas para detectar cualquier alteración” son otras de sus recomendaciones.
Además de seguir estos consejos, las mujeres deben convencerse de que la menopausia es una etapa más de la vida en la que se pueden incrementar las actividades físicas y psíquicas con absoluta normalidad y obtener un rendimiento igual o mayor que antes.