Salud y Familia

Prepararse para el final de la vida

"Así como una jornada bien empleada  produce un dulce sueño, así una vida  bien usada causa una dulce muerte", es una de las famosas reflexiones de Leonardo da Vinci (1452-1519),  sobre el momento en que el alma trasciende y para lo  cual hay que prepararse siempre.

El abogado Érick López —Izq.— y el geriatra Josué Avendaño —Der.—, con el periodista Cristian Dávila (Foto Prensa Libre: BRENDA MARTÍNEZ).

El abogado Érick López —Izq.— y el geriatra Josué Avendaño —Der.—, con el periodista Cristian Dávila (Foto Prensa Libre: BRENDA MARTÍNEZ).

En el programa El Consultorio, que se transmite por www.prensalibre.com, participaron ayer el geriatra Josué Avendaño y el abogado Érick López, quienes expusieron la importancia de brindar una muerte digna al paciente con enfermedad terminal, así como hacer los preparativos de los procesos legales antes de que la persona fallezca.

Avendaño destacó que el paciente debe contar con el apoyo de la familia cuando se diagnostica una enfermedad irreversible y terminal y que los últimos días deberían transcurrir en el hogar. Para ello, hay que adecuar un ambiente confortable, rodeado de las personas que han sido significativas en su vida. Los familiares viven un proceso de duelo anticipado ante la muerte inminente pero  deben hacer los ajustes pertinentes.

Los días  finales del paciente terminal deben transcurrir rodeado de su familia y en su hogar, para que se sienta cómodo y que el deceso llegue con la mayor tranquilidad posible.

El manejo del paciente terminal o en fase de agonía debe ser integral y en este tendría que participar el médico, el psicólogo, el terapista pulmonar, la enferma y la familia. Avendaño refirió que en muchas ocasiones la enfermedad no es la desencadenante de la muerte sino las complicaciones.

“Todos nacemos y morimos, por lo que todos estamos expuestos a una muerte inminente. Es por lo tanto que debemos estar preparados legalmente  para cuestiones personales y  de carácter patrimonial”, expuso el abogado Érick López.

Es fundamental dejar un testamento para evitar complicaciones a los beneficiarios de los bienes.

El abogado Érick López —Izq.— y el geriatra Josué Avendaño —Der.—, con el periodista Cristian Dávila (Foto Prensa Libre: BRENDA MARTÍNEZ).

Etapas  
El duelo previo a la muerte se divide en cinco etapas que  pueden o no ocurrir en este orden: de negación, al rechazar el diagnóstico;  de ira, al  sentirse impotente ante  la situación; de negociación, cuando la persona  no pide más tiempo de vida, sino cumplir metas; de depresión, cuando se aísla, y de aceptación, cuando emprende la planificación que conlleva las circunstancias.

Cuidados paliativos
Cuando la enfermedad es  incurable no se habla de tratamientos médicos, sino de aquellos que mantengan y mejoren la calidad de vida del paciente, enfocados a aliviar el dolor, con el apoyo médico, psicológico y emocional. La ortotanasia es dejar que ocurra la muerte sin intervención de ningún tipo, si así lo desea la persona.

Última morada
El lugar más adecuado para que transcurra la fase terminal es el hogar, ya que le da un aspecto de identidad y de  recuerdos al paciente, lo que le hace sentirse más seguro. Uno de los mayores temores de los adultos mayores  es amanecer en otro escenario diferente al de su casa, y eso le genera ansiedad.

Documentos  
Al saber que la muerte es inminente y para evitar complicaciones legales, hay que preparar cierta documentación del paciente como el reporte médico que testifique la causa del fallecimiento, la identificación personal,  certificación de nacimiento, de matrimonio o de cambio de nombre. Esto aplica para la indemnización del seguro de vida.

Testamento
La administración patrimonial debe hacerse toda la vida desde que se comienzan  a adquirir bienes. Es importante hacer el testamento ante un notario  para que los bienes  puedan pasar a  próximos dueños y evitar que aquellos queden en el limbo. El intestado, además de ser oneroso, es un proceso prolongado y que no resulta equitativo.

Cordura
Cuando la persona establece su testamento debe estar en plena capacidad  mental, de lo contrario, carece de validez. El testamento puede ser abierto, cuando se hacen públicos los bienes que se tiene, y cerrado, cuando en un sobre sellado  está la última voluntad  y que se da a conocer en una junta de herederos  después del deceso del individuo.

Fuentes consultadas:
 Josué Avendaño, tel. 2366-5735,
y  Érick López, erick@sandovalasociados.com

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.