Así como un recubrimiento plástico impide que los cordones de los zapatos se deshilachen, los telómeros protegen el área terminal de los brazos cromosómicos, donde se insertan, y los mantienen estables. Por eso, cuanto más se acorten y debiliten estas fundas, más rápidamente morirán las células en cuyo interior se localizan.
Unos telómeros cortos sugieren un alto riesgo de morir en forma prematura o desarrollar enfermedades que incluyen algunos tipos de cáncer, accidentes cardiovasculares, demencia, obesidad, osteoporosis, infecciones y diabetes. Los investigadores observaron que entre más hábitos saludables adoptaron las personas en su vida, más habían crecido estos complejos.