Salud y Familia

Espacios personales en el hogar para una sana convivencia

Así como es importante una sana convivencia familiar, también lo es que cada miembro tenga un espacio donde desarrollarse individualmente.

Espacios personales en el hogar

Un espacio personal dentro del hogar permite a los miembros explorar sus gustos, aficiones y desarrollar su personalidad. (Foto Prensa Libre: Dominika Roseclay de Pexels)

Dentro de un ambiente familiar, así como es importante una convivencia sana y que fortalezca los lazos afectivos, también lo es que cada miembro cuente con su propio espacio personal.

El ser humano se desarrolla en diferentes aspectos a lo largo de su vida, y aunque el familiar sea uno de los más importantes, no demerita otros campos que pueden suponer un mayor crecimiento.

“Tenemos aspectos de crecimiento laboral, de crecimiento social y por supuesto de crecimiento personal. Y es importante para que nuestra evolución no se estanque cuidar cada uno de estas áreas”, dice la psicóloga Helen Muñoz.

El espacio personal, según Muñoz, se trata de un “refugio”, en donde cada persona tiene la oportunidad de plasmar sus gustos, aficiones, desarrollar su autonomía y personalidad, así como manejar su tiempo y espacio.

En el caso de los hijos, los espacios personales van evolucionando conforme su crecimiento, y mientras mayor es la edad, más se busca que los espacios personales se enfoquen hacia la privacidad.

Para la psicóloga clínica Melisa Mendoza, durante la infancia los espacios personales de los hijos se definen principalmente por la seguridad física y emocional, proporcionada por los padres.

Espacios personales
Aunque la convivencia familiar es importante, no hay que olvidar el valor que tiene que cada miembro pueda contar con un espacio personal dentro del hogar. (Foto Prensa Libre: cottonbro en Pexels)

“Cuando los hijos van entrando a la adolescencia empieza a surgir la necesidad de una autonomía mayor y una privacidad para así ellos explorar su propia identidad individual”, explica la psicóloga.

Agrega también que, conforme pasa el tiempo, las personas buscan un espacio donde les brinde privacidad y una mayor autonomía, hasta llegar a la edad adulta donde se busca incluso un espacio personal propio y no dentro del hogar con los padres.

Malas prácticas en convivencia

Existen una serie de malas prácticas que pueden ocurrir durante la convivencia familiar que pueden perjudicar negativamente los lazos afectivos entre cada miembro, y uno de ellos es cuando los adultos interactúan incorrectamente con los espacios personales de sus hijos.

Para Muñoz, este problema se presenta cuando los padres no forman un espacio de comunicación con el hijo, lo que provoca que no sienta la libertad de hablar de lo que quiera, por temor a ser juzgado o regañado.

“Cuando sucede esto, aún con la buena intención que pueda tener el padre, el niño se cierra y ya no cuenta nada porque prefiere evitar el regaño, el castigo o la vergüenza de cualquier situación en la que se pueda exponer”, dice Muñoz.

Sumado a ello, pueden existir conductas de sobreprotección de los padres, querer controlar cada aspecto de su vida, a pesar de que pueda ser por un deseo de que su hijo esté bien y no le pase nada malo.

“Si la convivencia evita ciertos patrones, que solo benefician a alguien o que se anule la voz de alguien o que no se permite el desarrollo de las otras personas, sino que únicamente el de algunos, hay un serio problema ahí”, indica la experta.

Límites

Las dos psicólogas estuvieron de acuerdo en que, para que una convivencia sea sana, es necesario establecer límites dentro de la dinámica, para ello, promover un ambiente de comunicación es clave.

“Es fundamental establecer límites de forma clara y comunicarse abiertamente con cada uno de los miembros y se podrían asignar áreas específicas en el hogar, como zonas personales, respetar el tiempo solas de cada miembro, fomentar actividades individuales que puedan ayudar, etc.”, indica Mendoza.

Miembros de una familia
La comunicación, el poner límites y no “invadir” los espacios personales son algunas claves para mantener armonía en el hogar. (Foto Prensa Libre: Lisa Fotios de Pexels)

Agrega que promover un ambiente de comunicación adecuado en el hogar y respetando cada espacio personal de los hijos, va a producir que los menores puedan desenvolverse de mejor forma y que compartan parte de sus intereses con ellos.

“Los padres pueden acercarse a esos espacios personales de sus hijos al cultivar una comunicación abierta y respetuosa, mostrando un interés genuino y respetando la privacidad de ellos”, dice la psicóloga.

Los límites también son importantes cuando hay casos en donde dos o mas hijos comparten una misma habitación, lo que hace que tener un espacio personal sea un poco más complicado.

“Tenemos que aprender a identificar qué límites son los que uno debo respetar de otras personas, Pero también, ¿Qué límites necesito poner yo en mi espacio? Porque, aunque esté compartiendo una habitación o compartiendo un espacio común de la casa, mis acciones van a repercutir en esas otras personas con las que estoy conviviendo”, dice Muñoz.

Comunicación

Tanto Muñoz como Mendoza recomiendan establecer espacios de comunicación dentro de la familia, en especial en casos en donde los hijos se encuentren en una edad mucho mayor y formen parte de las decisiones familiares

“En ese proceso de diálogo se debe tener una conversación clara de cómo se va a manejar el espacio familiar, Incluso las reuniones o las actividades familiares, entendiendo que ya no es que se vayan a imponer sanciones o imponer ciertas conductas, pero sí se van a llegar a acuerdos para que funcione la convivencia”, dice Muñoz.

ESCRITO POR:

Pavel Arellano

Periodista de Prensa Libre especializado en monitoreo de redes sociales con 3 años de experiencia.