“El cuerpo tiene cierta reacción que antes implicaba un peligro real, un atentado real ante la vida; aunque ya no presenciamos tal peligro, reaccionamos de la misma forma en situaciones cotidianas o situaciones difíciles de enfrentar”, dice Pamela Ruiz, psicóloga clínica.
De acuerdo con la Clínica Mayo, esta es la capacidad que tiene el cuerpo de reaccionar para protegerse de amenazas depredadoras. En estos casos, la adrenalina y el cortisol son dos hormonas que se liberan para limitar funciones innecesarias o perjudiciales en situaciones de peligro.
¿Qué pasa con el estrés?
Cuando estamos estresados, solemos sentirnos tensos ante la sobrecarga que experimentamos, cuando el exceso de situaciones nos supera y, a pesar de ello, intentamos cumplir las demandas que se nos exigen, lo cual nos genera ansiedad.
De acuerdo con Ruiz, el estrés es la ansiedad que experimentamos a través de situaciones cotidianas o emocionalmente difíciles, que afecta también nuestro cuerpo. “No solamente se trata de algo mental; en estos casos, el cerebro genera una serie de problemas que se expresan físicamente como una forma de actuar desde nuestro sistema autónomo”, explica.
También es una cuestión física
El estrés no es solamente una cuestión psicológica sino también física, ya que esta es la manera en que el organismo reacciona. A veces estamos tan sumergidos en nuestras rutinas, que no nos detenemos a pensar en los síntomas que tenemos y mucho menos los relacionamos con el estrés.
De acuerdo con Ruiz, todas las hormonas que se generan tienen una repercusión en el cuerpo; así que, en situaciones de estrés, puede provocar ‘problemas en los órganos blandos como el corazón, acumulación de grasas no saludables, gastritis, colon irritable, taquicardia y dolor de cabeza, entre otros síntomas.
¿Qué podemos hacer?
Cuando el estrés que vivimos es tal que notamos que empieza a afectar nuestro organismo de forma física, cuando nos sentimos agotados y no rendimos de igual forma en el trabajo, es necesario hacer un alto.
Lo primero es preguntarse ¿qué le genera tanto estrés? ¿El problema tiene solución?
Después de reflexionar, piense en su rutina. ¿Descansa lo suficiente? “No descansar genera más tensión en las personas”, dice Ruiz. Además, necesitamos hacer actividades relajantes. Muchas personas, luego del trabajo, deciden ‘relajarse’ viendo alguna serie o chequeando sus redes sociales; sin embargo, el constante contacto con estos dispositivos puede provocarnos los efectos contrarios a los deseados, tomando en cuenta de que se trata de actividades que promueven el sedentarismo.
Lo mejor es la actividad física. De acuerdo con la Clínica Mayo, el ejercicio es necesario para contribuir con su salud general, pero también es una manera efectiva de combatir el estrés, ya que su cuerpo libera endorfinas que mejoran su estado de ánimo y la calidad del sueño, entre otros beneficios.
Otro aspecto que solemos descuidar cuando tenemos agendas muy ocupadas es la alimentación. En situaciones de estrés y ansiedad, se elevan los niveles de cortisol y esto nos provoca antojos de comidas dulces y saladas. Además, aunque no tengamos hambre, la ansiedad también nos conduce a la comida, porque necesitamos tener algo en nuestras bocas.
Así que, al no controlar el estrés podríamos caer en obesidad. ¿Y qué sucede con otras formas de ‘relajarnos’? Muchas personas buscan el alcohol para sentirse mejor. Sin embargo, Ruiz dice que esto podría llegar a ser una actividad autodestructiva y contraproducente para nuestra salud.
De acuerdo con Ruiz, es necesario crear hábitos adecuados para poder lidiar el estrés como la buena alimentación (sin saltarse las comidas), el descanso y la relajación (el ejercicio y el buen dormir), y la actitud positiva en situaciones inevitables como lidiar con el tráfico, que nos genera tensión diariamente.
Si usted ha percibido alguno de los síntomas del estrés, tiene una agenda muy ocupada y no tiene hábitos saludables, lo recomendable es que tenga su salud como prioridad y acuda con profesionales que puedan orientarlo de la mejor manera.
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