Salud y Familia

La tecnología facilita su vida

Gracias a los adelantos tecnológicos, jóvenes talentos nacionales han creado apps y aparatos  con el  fin de ayudar a sectores de la población que tienen necesidades especiales.

Entre estos están las apps Mi k-bello, para niños con cáncer, y Kitsord, para personas con discapacidad auditiva, las gafas Magic Lens, para invidentes,   el proyecto P300, para  individuos con parálisis cerebral, y una prótesis de brazo  de bajo costo.

Prótesis de brazo económica

Desarrolladores de la Universidad Galileo crearon una prótesis biónica de bajo costo, para que personas con amputación de extremidad superior puedan mover el artefacto mediante sensores conectados a ciertos músculos.

La prótesis, impresa en 3D, tiene un precio  de US$400, en tanto que algunas valen más de US$30 mil.

El objetivo es entregarla en un kit para que se pueda armar, con ayuda de distribuidores locales, y que los materiales se puedan adquirir en cualquier país.. Existe la versión mecánica y la biónica.

La meta, dice Alí Lemus, director del proyecto, es desarrollar la inteligencia artificial y la telepresencia, que consiste en lograr que un robot ejecute ciertas acciones mientras el usuario está en su hogar.

 

Pelucas infantiles fuera de serie

José Juan Quintero, estudiante de la Universidad Francisco Marroquín, desarrolló, junto a Microsoft Guatemala, una aplicación para apoyar el proceso de rehabilitación de niños con cáncer de Fundación Ayúdame a Vivir.

La app Mi K-bello está enfocada en mejorar la autoestima, la imagen física y la proyección de cada niño mediante un juego interactivo.

Mi K-bello le permite a los pequeños pacientes  divertirse al agregar diferentes pelucas y accesorios a sus retratos.

El objetivo es que adquieran seguridad, para aceptar la enfermedad como un estado transitorio, y afrontar el tratamiento.

Funciona con Kinect,  herramienta de Microsoft que facilita la interacción con los pacientes mediante una interfaz  que reconoce personas, gestos, objetos e imágenes.

Asistente de escritura

Desarrollar un sistema que ayude a escribir a quienes tienen parálisis en sus extremidades superiores o que carezcan de ellas es el proyecto en el cual trabaja desde hace un año Óscar Castañeda, estudiante de Ingeniería Electrónica en la Universidad del Valle.

Para reconocer las letras, el proyecto P300 presenta en una pantalla de computadora el abecedario; luego, cada letra se ilumina por fila y columna de manera rápida durante 15 veces.

El usuario debe contar el número de veces que se enciende el símbolo que necesita y el sistema lo identifica por medio de las señales encefalográficas que se emiten al reaccionar ante ese carácter.

Esta actividad eléctrica que ocurre en el cerebro es captada por un aparato con varios sensores conocido como Emotiv EPOC, que se coloca en la cabeza.

Para aprender lenguaje a señas

Kitsord es la primera aplicación gratuita de su tipo desarrollada en el país. Todo comenzó cuando Charlie Galdámez, Luis Pedro Méndez, ambos de 22 años, y Kevin Sánchez, 25, estudiantes con pénsum cerrado de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Galileo, se dieron cuenta de que no existía material didáctico de fácil disponibilidad y sin costo para el aprendizaje del lenguaje a señas.

La app  tiene 15 lecciones de aprendizaje de lenguaje a señas, que incluye el abecedario, meses, números, emociones o colores. Se puede aprender con imágenes o videos, con comandos de voz o al escribir los textos. No solo es para personas con discapacidad auditiva, sino para que sus familiares, amigos y compañeros aprendan a comunicarse con ellos de una manera práctica.

Silla de baile

La innovadora silla  de danza artística para personas con discapacidad, de metal y aluminio,  está basada en  una silla hospitalaria, creada por Madriz y la diseñadora industrial Mariana Paredes, primera de su tipo en el mundo.

A la silla se le hicieron  modificaciones ergonómicas que ayuda al mejor desplazamiento de los bailarines  que están de pie, para facilitar cargarla y, además, se le  puede adaptar  platos de coreografía a las ruedas.

Por ejemplo, si el bailarín interpreta a un tigre, se hace la representación de  este felino en la parte que cubre el aro para que el espectador no se fije en la silla de ruedas. Este es un prototipo,  el cual ya fue utilizado por el elenco de danza en silla de ruedas  Alas de Libertad, de Artes muy Especiales.

Traje para hidroterapia

Este traje de flotabilidad de bajo costo, inventado por Érick Madriz, permite al fisioterapista hacer la hidroterapia con las manos libres,  el cual también  puede ser utilizado para aprender a nadar de una manera rápida y segura.

Esta prenda, elaborada de esponja de polietileno y elastano (spandex), es totalmente ergonométrica, para brindar la flotabilidad exacta para cada persona, lo cual influye  en  el desempeño óptimo del manejo y  también brinda comodidad y relajación.

Se adapta al tipo de discapacidad de cada persona y evita que se produzca irritación de la piel.
El traje ha sido utilizado por fisioterapistas de Fundabiem y Digef, quienes coincidieron en que era funcional.

Aparato facilita terapia

El aparato mecánico de rehabilitación EMC2 para terapias de personas parapléjicas y cuadrapléjicas simula el pedaleo de la bicicleta, y se puede adaptar para niños y adultos.

Está hecho de materiales reciclables y es totalmente desarmable, lo cual facilita su transportación, explica el guatemalteco Érick Madriz, presidente de la Comisión de Inventores de Concyt. Además funciona sin energía eléctrica, por lo que puede usarse en cualquier lugar y representa un ahorro.

El  objetivo  es que cualquier persona pueda fabricarla con materiales que tenga a su disposición, y que el paciente pueda utilizar sus brazos para hacer su terapia al girar la manivela y así mover sus piernas.

Para quienes tienen cuadraplejía, se le da vuelta a la manivela, para que otra persona realice la terapia.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.