Salud y Familia

Recomendaciones para que estudiar no sea un martirio

Lograr que niños y jóvenes obtengan buenas notas en el colegio es importante, pero no debe ser prioridad para los padres, ya que lo fundamental es que los pequeños  sientan deseos de ir a estudiar.

“Las buenas calificaciones  es el mejor indicador del desempeño académico que deseamos de nuestros hijos”, dijo ayer Pablo Barrientos, director del Departamento de Psicología de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), durante El Consultorio, de www.prensalibre.com.

A criterio de Barrientos, la comunicación constante entre padres, maestros y alumnos es fundamental para cumplir esta meta. Sin embargo, la fatiga escolar es uno de los trastornos más comunes que afectan el desempeño académico. 

Esto ocurre cuando en los niños pasan entre dos y tres horas en el tránsito para llegar al colegio o regresar a casa después de la jornada. Si a eso se suma que llegan al hogar a hacer muchas tareas, la fatiga se incrementa y aún más si la alimentación no es la adecuada. 

“La fatiga escolar se refiere al  cansancio físico y mental. Esta altera el comportamiento desde la etapa preescolar hasta en la universidad”, explicó Barrientos.

Hay varias causas que desencadenan el agotamiento, entre estas, no dormir lo suficiente, exceso de tareas, muchas actividades extracurriculares y mala alimentación. De acuerdo con Patricia González, del Centro de Atención y Educación Nutricional de la UVG, la alimentación balanceada es fundamental para prevenirla.

“Cuerpo y  mente son reflejo de lo que comemos. No pretendamos que los estudiantes rindan adecuadamente si no tienen los nutrientes que se transformaránn en energía”, añadió.

Soluciones

Para evitar que los estudiantes se sientan abrumados ante las exigencias académicas, Barrientos aconseja buscar espacios para el ocio. “No hacer nada no es malo. Todos necesitamos esos momentos”, enfatizó el experto.

También es importante tener actividades extracurriculares que no requieran grandes esfuerzos cognitivos. “Hay que preferir algún deporte que oxigene el cerebro y elimine tensiones”, dijo Barrientos.

Más que olvido

“La fatiga mental está relacionada con la manera en la que el niño afronta las tareas”, dijo el psicólogo Pablo Barrientos, quien agregó que un indicador es cuando el estudiante inventa excusas para no efectuar las asignaciones académicas.

También son señales de alerta cuando se detecta que el menor está distraído, olvida cuadernos y libros o no recuerda lo que el maestro dijo en clase. “Antes de asegurar que hay indicios de déficit de atención, lo primero que se debe descartar es la fatiga escolar”, enfatizó Barrientos.

Sin ánimo

Los horarios escolares extendidos y la sobrecarga de tareas académicas o extracurriculares pueden originar fatiga física, la cual impide que el cuerpo del chico rinda como se espera.

“Este cansancio es más fácil de identificar, ya que se pone en evidencia cuando el estudiante no quiere despertarse en las mañanas o no muestra ánimo para efectuar actividades lúdicas, como montar bicicleta, jugar en el parque o salir a correr”, explicó Barrientos. La necesidad de recreación es innata en los niños;  no es normal que no sientan deseos de jugar.

Consejos nutricionales

  • Los padres deben garantizar que sus hijos desayunen antes de comenzar la jornada académica.
  • Los niños necesitan hidratarse con agua o jugos naturales.
  • Evitar bebidas con altas cantidades de azúcar.
  • Incluir en las meriendas frutas y verduras.
  • Inculcar el hábito de comer despacio en un lugar cómodo y limpio.

ESCRITO POR: