¿Por qué ellos son genios y nosotros no?
La revista BBC Focus investiga.
Corteza
Normal: En las diversas regiones del cerebro de una persona promedio se establece la misma proporción (50:50) de conexiones largas y cortas, con muy ligeras variaciones entre un individuo y otro.
Genio: El cerebro de un genio está profundamente predispuesto a tener conexiones largas o cortas.
Las conexiones cortas indican que hay un talento especial hacia un interés determinado, mientras que las conexiones largas sugieren que existen aptitudes en muchas áreas de interés y que hay la habilidad para ver los problemas desde nuevas perspectivas.
Corteza frontal
Normal: La corteza frontal, que está vinculada con los pensamientos abstractos, está hecha de columnas miniatura.
Son unidades del tejido cerebral que generalmente cuentan con entre 80 y 120 neurones.
Genio: Los cerebros de los genios tienen una concentración más densa de minicolumnas que los cerebros del resto de la población. Es como si ellos simplemente asimilaran más información.
Estas pequeñísimas columnas son algunas veces descritas como los microprocesadores del cerebro. Es la fuente que alimenta el proceso de pensar del cerebro.
Receptores de dopamina
Normal: El tálamo, que es el centro de retransmisión de información del cerebro, funciona como un filtro.
La información o los estímulos que provienen de las diversas partes sensoriales del cerebro deben pasar previamente por el tálamo, donde, una vez procesados, se envían a la corteza cerebral.
Parte de este procesamiento es parcialmente regulado por los receptores de dopamina.
Genio: Investigaciones científicas muestran que los genios tienen menos receptores de dopamina en el tálamo. La dopamina inhibe las señales neuronales, anula la información que considera carente de valor.
La escasez de esos receptores en los genios podría explicar por qué los genios pueden considerar soluciones inusuales a un problema que los cerebros normales pasan por alto o ignoran.
Lóbulo parietal
Normal: Esta es la parte del cerebro que se activa cuando se trata de resolver un problema matemático.
Cualquier sección del cerebro que es usada con frecuencia aumenta su tamaño, pues al hacerlo se fortalecen sus conexiones más vitales.
Genio: El cerebro de Albert Einsten era más pequeño de lo normal, pero su lóbulo parietal de procesamiento de matemáticas se amplió.
Desarrollar, en el transcurso de la vida, una habilidad que está relacionada con un área del cerebro pareciera producir un agrandamiento y un fortalecimiento de la misma.
(con información de www.bbc.co.uk)