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Lamentablemente es muy frecuente que este tipo de actitudes tóxicas se “normalicen” por parte de la víctima. Incluso hay personas que no son capaces de notar que están viviendo una situación de abuso, pues el cariño o dependencia que sienten por la otra persona hace que su juicio se nuble.
En cuanto a las razones por las que la persona afectada se mantiene en una relación, la psicoanalista María André Guzmán comenta que puede ser baja autoestima, dependencia emocional, miedo a quedarse solo y creer que puede ser las solución a los problemas del otro, que puede ser una especie de “salvador”.
Si usted duda respecto a si su relación es sana, aquí le compartimos una lista de indicadores que le ayudarán salir de dudas.
- ¿Le molesta que pase tiempo con sus familiares o amigos?
- No respeta su privacidad. Le exige revisar su teléfono o redes sociales.
- Quiere saber dónde está todo el tiempo.
- Si usted deja de contestar un mensaje o llamada, seguramente será el punto de partida para un grave problema.
- Exige saber sus horarios.
- Opina sobre su forma de vestir e intenta influir en él.
- Es sobreprotector o sobreprotectora.
- Cuando tienen algún problema, la otra persona lo obliga a que ceda siempre. Algunas veces, aunque usted no sea la razón de la discusión, de igual forma se siente culpable.
- Se dirige a usted con malos tratos.
- Es manipulador o manipuladora.
Si su noviazgo o matrimonio le genera sentimientos de angustia, incomodidad o estrés, tómelo como una señal de alerta. Salir de una relación así no es fácil, pero debe enfocarse en que dar este paso le traerá la posibilidad de volver a tener una vida plena. Tenga presente que hay personas que estarán dispuestas a ayudarle y apoyarlo. Hable con sus familiares o amigos cercanos respecto a cómo se siente.
Ármese de valor y comuníquele a la otra persona que desea separarse o simplemente evite tener contacto con él o ella. Si siente que necesita ayuda para dar ese paso puede buscar a un psicólogo y exponer su problema.
