Bien Hecho 2024: Ingeniera guatemalteca recibe uno de los máximos reconocimientos mundiales
La guatemalteca Susana Arrechea creció en la colonia El Milagro, de Mixco, y posee reconocimientos internacionales por su apoyo a niñas, mujeres y comunidades a través de la tecnología.
La científica guatemalteca desarrolla proyectos que benefician a niñas y mujeres en el interior del país. (Foto Prensa Libre: Cortesía Susana Arrechea)
Susana Arrechea recibe el reconocimiento como Bien Hecho en Innovación de Prensa Libre. De niña, ella, nunca imaginó que se desenvolvería en el ámbito de la ciencia. Según sus propias palabras, no se sentía "pilas" para las matemáticas. Hoy, la guatemalteca es doctora, ingeniera química, científica, cofundadora y directora de Programas Globales de la empresa New Sun Road Guatemala, donde trabaja para empoderar a mujeres y niñas e incentivarlas a involucrarse en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés).
El primer acercamiento de Susana Arrechea a la ciencia ocurrió en el bachillerato. A pesar de que “le gustaban muchas cosas”, decidió formarse en una carrera científica.
A los 16 años ingresó a la Universidad de San Carlos de Guatemala para estudiar Ingeniería Química. Durante la carrera, comenzó a interesarse por la idea de realizar una maestría en el extranjero, lo que la llevó a buscar diversas becas internacionales en el área de ingeniería. Aunque recibió varios "no" en este proceso, no desistió en su empeño.
Luego de varios meses de búsqueda, la Fundación Carolina dio el sí que Susana tanto anhelaba, lo cual le permitió estudiar un magíster en Nanotecnología en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), en España.
Con el apoyo tanto de la beca otorgada por la Fundación Carolina como del programa Fulbright Nexus, completó su doctorado en España. Posteriormente, inició otro tipo de investigación, lo que la llevó a desempeñarse como investigadora visitante en la Universidad de California, UC-Berkeley, en Estados Unidos, donde colaboró en el proyecto del índice de sostenibilidad para microrredes de generación de energía eléctrica en comunidades aisladas de Latinoamérica.
Esta intención la llevó a cocrear la empresa New Sun Road Guatemala, que hasta la fecha ha beneficiado directamente a más de cuatro mil personas. Gracias a ello, se han facilitado más de 14 mil servicios digitales, y proyecta expandirse en el futuro para brindar acceso a energía solar, conectividad a internet y capacitaciones en idiomas mayas a comunidades rurales sin acceso a energía eléctrica en Guatemala.
Gracias a su trabajo, en 2017 le otorgaron el premio de Guatemaltecos Ilustres en la categoría científica, y el Premio para Científicos Jóvenes otorgado por la Academia Mundial de Ciencias.
En 2018, fue incluida en la lista de las 50 Mujeres Desafiantes de Centroamérica de la revista Estrategia & Negocios. Además, en 2020, recibió el Premio OWSD – Fundación Elsevier para Jóvenes Científicas en el Mundo en Desarrollo y también fue incluida en la lista de las 100 Mujeres Poderosas de Centroamérica de la revista Forbes Centroamérica.
En marzo de 2024, junto con OWSD, lanzaron el libro 365 Cuentos de Científicas de OWSD, Volumen I, en el que 40 científicas relatan su biografía para inspirar a más niños a conocerlas. En abril, del mismo año, la Fundación Princesa de Girona la contactó para notificarle que era una de las cinco finalistas del concurso y, en una ceremonia celebrada el pasado 7 de mayo, la anunciaron como ganadora por ser cofundadora de la empresa New Sun Road Guatemala y por su labor en la educación de niñas y mujeres jóvenes en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Actualmente, junto a su esposo, Jalel Sager, tiene dos hijas y están a la espera de su tercer bebé. Desde su hogar en California, recibe a Prensa Libre en una videollamada para hablar sobre sus experiencias y los nuevos retos que ha planificado para el próximo año.
¿Cómo es el diario vivir en su profesión y qué considera que ha alcanzado con ello?
Mi profesión ha cambiado con los años. Comencé como ingeniera química y luego pasé a realizar trabajo de campo en comunidades sin acceso a energía eléctrica, para entender qué significaba esta carencia para ellas. Con New Sun Road iniciamos con un proyecto en Santa Rosa. USAID y Microsoft confiaron en nosotros, y logramos expandirnos a Alta Verapaz, Quiché y Huehuetenango, creando centros comunitarios digitales.
El proyecto consiste en trabajar con líderes comunitarios de lugares sin energía eléctrica. Les presentamos la iniciativa, los ayudamos a organizarse, capacitamos a lideresas elegidas por la comunidad y llevamos equipo solar, como paneles, baterías, sistemas eléctricos, software de monitoreo, computadoras e internet. Les enseñamos a utilizar las computadoras, los motivamos en temas financieros para garantizar la sostenibilidad y buscamos que, con el tiempo, no dependan de nosotros. Sin embargo, durante los primeros meses, reciben nuestro apoyo.
Además de promover el liderazgo de las mujeres, nos involucramos en otros temas, como las masculinidades positivas, para fomentar un enfoque integral en las comunidades.
¿Cuál es su papel en esta organización?
La empresa en Estados Unidos opera a nivel internacional con miles de clientes, mientras continúa desarrollándose este proyecto en Guatemala. Me corresponde detallar los proyectos, ampliarlos a más comunidades y darles seguimiento hasta obtener el financiamiento necesario. Hasta la fecha, hemos conseguido más de US$2 millones para financiar nuestras iniciativas.
Asimismo, superviso que todo marche adecuadamente a nivel estratégico y macro. Contamos con un equipo local que incluye un director de país, coordinadoras de tecnología y alianzas, además de capacitadores. También tenemos una capacitadora intérprete que habla idiomas locales como q’eqchi’, ixil y chuj. Actualmente trabajamos con estos tres idiomas, pero planeamos expandirlos, ya que contamos con la aprobación para establecer 30 centros comunitarios adicionales, cuyo lanzamiento está previsto para mayo de 2025.
¿El premio Princesa de Girona ha motivado que se abran más oportunidades para nuevos proyectos?
Estábamos trabajando en algunos proyectos, pero el premio nos validó como equipo, al demostrar que lo que hacemos es admirado más allá de Guatemala. A nivel personal, también me sirvió para reconocer el valor de mi trabajo y mostrarle a mis hijas este reconocimiento. Mis hijas, de 5 y 2 años y medio, estaban emocionadas por la idea de conocer a los reyes de España y a la princesa.
Me impresionó regresar a España de esta manera. Ya había estado como estudiante, como mochilera y como becaria, enfrentando dificultades, pero regresar a lo grande y ser recibida de esa forma fue algo muy especial. Siento que España me ha brindado muchas oportunidades, y este reconocimiento nos ha dado visibilidad, generando más atención, incluso aquí en Guatemala.
¿Cuál sería el siguiente objetivo a nivel país?
La visión general es establecer 3 mil centros comunitarios en los próximos cinco años en Guatemala. Queremos llevar energía eléctrica a los salones comunitarios de las localidades que no cuentan con este servicio. Actualmente, más de 1.5 millones de guatemaltecos viven sin acceso a energía eléctrica. Nuestro proyecto no soluciona todo el problema, ya que las personas también necesitan electricidad en sus hogares, pero les acerca a una forma de acceso que, aunque limitada, les brinda nuevas oportunidades.
En su papel de mamá, ¿cómo alcanza el equilibrio?
Poco a poco he aprendido a gestionar mis tiempos. Es un desafío constante, pero disfruto el tiempo que paso con ellas jugando, leyendo cuentos, montando bicicleta y desconectándome del trabajo cuando es necesario, aunque lo retome por las noches. Soy consciente de que este es un momento clave para ellas y su desarrollo.
¿Cómo acercar más a las niñas a la tecnología y a las nuevas generaciones?
El mensaje más importante es para los padres de familia: permitan que los niños exploren y hagan preguntas. También fomenten que pasen tiempo al aire libre, jugando en espacios que los acerquen a la ciencia y les permitan entender cómo funciona nuestro planeta.
¿Qué necesitamos hacer frente al cambio climático?
Como país, tenemos una deuda pendiente con los científicos en el tema del cambio climático. Es fundamental reflexionar sobre la importancia de la ciencia y la tecnología para mitigar sus efectos y mejorar la calidad de vida de muchas personas.