Tecnología

Se cumplen 50 años de la invención de las tarjetas con chip

Las tarjetas con chip son indispensables en la vida cotidiana. Las utiliza en cajeros automáticos, compras, transporte público e incluso el Documento Personal de Identificación tiene esta tecnología. Sin el desarrollo de la tarjeta con chip un sinfín de aplicaciones no estarían disponibles.  Han sido 50 años de evolución y de mejoras.

Aunque en septiembre se ha cumplido ya el medio siglo, siguen hoy en día vigentes, y son utilizadas por una de cada siete personas en el mundo al día, un total de 1.000 millones de personas en forma, entre otras, de las SIM de los teléfonos móviles.

El precedente de las actuales tarjetas SIM y tarjetas bancarias se encuentra en el año 1968, cuando Helmut Groettrup y Juergen Dethloff presentaron la primera patente de un circuito de identificación. Los ingenieros alemanes registraron este invento que reclaman también Arimura, de Japón, y Roland Moreno, de Francia.

Con motivo de su 50 aniversario, la oficina de patentes alemana ha equiparado a las tarjetas con chip con otros hitos de la tecnología como el motor diésel, el tubo de rayos X o el formato de archivo MP3, como ha recogido la compañía tecnológica de seguridad G+D Mobile Security.

Según este organismo, sin esta tecnología no hubiera sido posible construir el mundo que hoy conocemos plenamente conectado y sería imposible realizar procesos de pago globales, seguros y sin efectivo, así como los avances en seguridad que han permitido en ‘smartphones’, ‘wearables’ y dispositivos IoT (interconexión de objetos).

La invención

Cuando Groettrup y Dethloff registraron la primera tarjeta con chip en 1968, a través de la patente del circuito de identificación, su primer objetivo era el de recibir información y dotarla de un significado específico a través de un sistema de asignación especial con puntos de transmisión y recepción.

Un año después de la presentación de la primera patente, Dethloff y Groettrup presentaron en Alemania un desarrollo que permitía la transmisión inalámbrica por medio de acoplamiento inductivo, es decir, tecnología RFID o NFC. Esta segunda versión eliminó las limitaciones de la tarjeta de banda magnética en términos de baja confiabilidad y falta de protección contra el fraude.

Dethloff llevó la tecnología aún más lejos en una nueva solicitud de patente introduciendo microprocesadores y EEPROM (ROM programable y borrable) para hacer que el manejo de datos fuera más seguro y flexible. Tras ello, G+D entró en este sector comprando la patente y desarrollando tres aplicaciones a partir de esta tecnología.

Con estas aplicaciones fue posible desarrollar la inicialización segura a través de ubicaciones autorizadas en la producción de tarjetas, y también se definieron las propiedades de escritura basadas en la memoria de lectura, el uso de una bomba de carga para evitar manipulaciones durante el proceso de escritura, y el bloqueo o destrucción de la información en caso de un ataque.

Con información de DPA.

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ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.