Comunitario

Bienvenidos a Café Consciente

  En zona 14 hay un espacioen el que pueden superarse jóvenes con capacidades diferentes.

Cristina Massinet y Rosaria Durán de López —al extremo izquierdo— son las creadoras del proyecto de Café Consciente. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)

Cristina Massinet y Rosaria Durán de López —al extremo izquierdo— son las creadoras del proyecto de Café Consciente. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)

En cuanto uno ingresa a Café Consciente, 3a. avenida y 18 calle, zona 14, es recibido con una inocente    sonrisa y un amable “buenos días, pase adelante”. La diferencia con otros lugares radica en que los meseros y ayudantes de cocina tienen alguna capacidad diferente, la cual no les impide servir de la mejor manera a  clientes y a superarse para ser independientes con su trabajo.

Este espacio nació hace poco, gracias a la iniciativa de Cristina Massanet, inspirada en su sobrino Ignacio, de 11 años, y con síndrome de Down.

“Debemos  estar conscientes de que estos jóvenes necesitan  espacios como este, donde podamos convivir y crear  consciencia de que hay que integrarlos como fuerza laboral en la sociedad”, indica Massinet, quien junto a Rosaria Durán de López,  presidenta de la Asociación de Aspergart, fundaron el Centro Ocupacional Especial Laboral Integral, que brinda capacitación a jóvenes con necesidades especiales.

  Además de recibir capacitación en cocina y atención al cliente, los jóvenes —mayores de 18 años— reciben talleres en arte y escultura, tres veces a la semana, indica Durán de López, quien se ha dedicado a organizar actividades que promuevan las oportunidades y reconocimientos de estos jóvenes, gracias a la inspiración de su hijo, Sebastián.

“¡Me siento feliz!”, interrumpe la entrevista Daniela Urrea, 18, diagnosticada con Asperger, quien se concentra en su dibujo de coloridos animales muy bien trazados.

Por su lado, Matthew Davidson, además de dibujar un dragón “que no le gusta”, habla con fluidez italiano. “Estos jóvenes destacan por su ingenuidad, son ángeles. Hacen cosas no preconcebidas; lo que sienten. También tienen talento.  Matthew es muy bueno en la escultura y ya expuso en Italia”, asegura Durán de López. 

  Estos talleres  no son lo único que puede ayudarles a estos jóvenes a incorporarse en el mundo laboral. Si ya terminaron el bachillerato, pueden estudiar en línea la licenciatura en Ciencias Naturales y Ambientales en la Universidad Rafael Ayau, y en este café, reciben tutoría. Algunos de ellos han terminado estudios en siembra en la Universidad San Pablo. “Un sueño es que tengan un vivero, para que puedan tener un medio de subsistencia”, añade Durán de López.

“Este café hace que la gente tenga consciencia de que son personas que pueden relacionarse. Están anuentes a tener paciencia, entienden el proceso de aprendizaje e, incluso, vienen varias veces a la semana”, dice Durán.

 “Me quedé sin trabajo y aquí me contrataron. Me gusta lo que hago y estoy feliz porque puedo tener dinero y comprarme lo que quiera”, refiere Fernando Martínez, 24. “Con empeño lo puedo lograr”, añade.

Más información de este programa por  los  teléfonos: 4218-6135 y 2363-0131.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.

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