Samuel Pérez Attias
NOTAS DE Samuel Pérez Attias
Las 85 personas más ricas del mundo se reunieron en Guatemala. Eran tan pocos que cabían en un bus Transurbano; su riqueza equivalía a lo que posee la mitad de ciudadanos del planeta. Entre ellos estaba el dueño de medio México, los herederos de Wal-Mart, de empresas petroleras, financieras y de telecomunicaciones. Los anfitriones eran cuatro guatemaltecos, que figuran en la lista de los más grandes millonarios de Latinoamérica y cuya fortuna representaba el 15% del PIB de Guatemala. El heredero del monopolio del cemento, la heredera del oligopolio del pollo y granos básicos, y un heredero de la industria oligopólica de cerveza, alcohol y sodas. Ninguno compite en un mercado libre. Con poder monopólico colocaron barreras de entrada (mercadológicas, institucionales, políticas y de costos) para evitar que algún vivo competidor les quite su tajada mayoritaria del mercado.
Las 85 personas más ricas del mundo se reunieron en Guatemala. Eran tan pocos que cabían en un bus Transurbano; su riqueza equivalía a lo que posee la mitad de ciudadanos del planeta. Entre ellos estaba el dueño de medio México, los herederos de Wal-Mart, de empresas petroleras, financieras y de telecomunicaciones. Los anfitriones eran cuatro guatemaltecos, que figuran en la lista de los más grandes millonarios de Latinoamérica y cuya fortuna representaba el 15% del PIB de Guatemala. El heredero del monopolio del cemento, la heredera del oligopolio del pollo y granos básicos, y un heredero de la industria oligopólica de cerveza, alcohol y sodas. Ninguno compite en un mercado libre. Con poder monopólico colocaron barreras de entrada (mercadológicas, institucionales, políticas y de costos) para evitar que algún vivo competidor les quite su tajada mayoritaria del mercado. Lograron eliminar a potenciales competidores para saciarse de más. Razonamiento válido de acuerdo con el supuesto “gen egoísta que todos llevamos dentro”. Cuánta razón tenía Rand, cuánta razón tenía Marx.
El libertarismo tropical guatemalteco es un pintoresco movimiento político que utiliza la "libertad" como promesa para promover su agenda. Bajo esa premisa, ¿quién no va a ser libertario? Nada de malo en una democracia, a no ser por las incongruencias y demagogia que utilizan sus más destacados proponentes en Guatemala: El cartel libertario*. Una falencia del libertarismo chapín es que quienes siguen dogmáticamente dicha doctrina se convierten en esclavos al dejar de ejercer su libertad de pensar, de autocuestionarse y de cuestionar a la corriente que siguen y a sus ungidos, pasando a ser meros defensores de una doctrina más. El libertarismo asume un marco de mercados libres, en los cuales el consumidor es el soberano y el productor negocia con el comprador el precio de lo que vende o el salario de lo que paga.
Desde hace ya algunos años, en esta columna de opinión hemos procurado levantar un urgente debate sobre desigualdad, inequidad, concentración de poder y de recursos en la conversación pública. Algunas voces surgen. Algunos argumentos son válidos; otros, débiles o falaces, y otras voces tratan de evadir o trivializar el tema. Pero también hay quienes han entrado al debate con argumentos serios y robustos. Hemos insistido en que no se trata simplemente de pretender "igualar a las personas" o sus ingresos bajo parámetros aleatorios. Ese no es el objetivo de una economía de mercado
al contrario, los mercados asumen la diversidad y reflejarían la diversidad de preferencias, de decisiones y de opciones tomadas individual y libremente.
Las políticas de la OPEP de no reducir la oferta petrolera, el incremento de petróleo de EE. UU. en el mercado, las alternativas energéticas y algunos shocks en la demanda mundial han producido una reciente tendencia a la baja al precio del petróleo. Como resultado, los precios mundiales de la gasolina han mantenido una tendencia a la baja. Para economías como la guatemalteca, cuya producción, transporte, comercio y servicios dependen en buena medida del combustible fósil, estas son buenas noticias. Los economistas aún estamos esperando ver una consecuente reducción en los precios de otros productos relacionados. La velocidad de reacción de los precios a la baja reflejaría el grado de competencia de las industrias. Si el costo de producir, transportar o vender algo es menor para un vendedor, naturalmente bajará el precio para capturar a más consumidores.
Aunque no existe una definición única de "cultura", podemos pensar que el concepto gravita en torno a actitudes, costumbres, modos de vida y expresiones individuales y sociales de quienes pertenecen o conviven en un determinado grupo o comunidad. Expresiones que no son necesariamente estáticas y que podemos cambiar. Invito a explorar entonces algunas de esas actitudes, costumbres, modos de vida y/o expresiones de los capitalinos, es decir, de la cultura urbana prevalente. 1. La cultura del machismo, segregación y alienación derivados del colonialismo: Al visitar el majestuoso paseo Cayalá observará edificios con inspiración arquitectónica foránea, estatuas de niños con rasgos occidentales y la imperdible escultura de un gigante semienterrado.
Día 1: Me despierto. Llego a la maquila, me siento, pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, almuerzo, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón, pego un botón.
Mientras más nos encerramos en nuestro pequeño mundo, más proclives a ser esclavos de un sistema que poco a poco carcome nuestras libertades individuales.
Papi: Hoy cumplo 4 años. Me quemaste cuetes! De grande quiero ser periodista. Voy a ayudar a muchos escribiendo noticias buenas de mi Guate. Te quiero, aunque no entiendo por qué a veces vienes gritando del trabajo, con olor a licor. La última vez pensé que le habías pegado a mamá, pero no lo creo. Mis hermanas y yo queremos que nos abraces y juguemos juntos. Papi: Hoy cumplo 9 años. Me da miedo ver en las calles a tanta gente armada. Se subieron al bus dos señores de tu edad, sacando pistolas muy grandes. Nos asaltaron y me robaron la mochila. Yo quisiera tener una pistola para defenderme. Si hubiera tenido una pistola ¡los mato de un balazo! Papi: Hoy cumplo 11 años. Ya no te veo en la casa y a mi mami le cuesta mucho ver a mis dos hermanas.
Me enteré de que el cartel republicano-libertario está nervioso por lo que escribimos los columnistas independientes. A falta de argumentos para un debate serio, están viendo cómo nos desprestigian. La injuria va desde que comemos carne humana, hasta que somos terroristas, violamos niños, traficamos armas o estamos financiados por la internacional comunista (¿?). No tengo el menor interés en seguirles el juego, sobre todo porque sus calumnias, además de infantiles, son alejadas de la verdad. Sin embargo creo conveniente dejar en este espacio, por respeto a mis lectores, por mi honorabilidad, la de mis hijos y familia, advertida a la población sobre la forma de proceder del grupo de poder que se ve vulnerado.