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Fernando Castro, vicecónsul en Comitán de Domínguez, Chiapas, frontera con Huehuetenango, informó que en las estaciones migratorias de Palenque, Ciudad Cuauhtémoc, San Cristóbal de las Casas, y Comitán se atendieron las entrevistas a los guatemaltecos, previo a iniciar el proceso correspondiente para retornarlos a Guatemala.
Castro detalló que también deportaron a 12 mil 300 mil niños no acompañados. “Es preocupante la cantidad de personas aseguradas – retenidas – en territorio mexicano, porque reflejan que se mantiene alto el flujo migratorio”, manifestó.
Según el funcionario, ha habido en los cuales se violentaron los derechos humanos de los guatemaltecos al trasladarlos a instalaciones no adecuadas o no acatar las órdenes de libertada emitidas por jueces y por parte de algunos funcionarios migratorios.
Para el auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) en Huehuetenango, Érick Villatoro, el tema migratorio debe considerarse como una crisis humanitaria, pues las políticas antiinmigrantes del Gobierno de Estados Unidos no han podido frenar el flujo de centroamericanos a ese país.
Villatoro lamentó que durante el tránsito los migrantes están expuestos a violaciones de sus derechos humanos, se exponen a ser víctimas de trata de personas, a ser captados por grupos del crimen organizado y hasta exponen su vida.
Agregó que lo sí ha ocurrido es que aumentó el costo del viaje que los coyotes cobran para llevar a una persona a EE. UU., pues de cobrar Q50 mil pasaron a pedir hasta Q100 mil.
Señaló que debido a la falta de oportunidades laborales, pobreza extrema y abandono por parte del Gobierno en diferentes regiones del país los guatemaltecos buscan alternativas como el sueño americano para sacar a sus familias adelante.
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