Migrante ayuda a recuperar parque infantil que dejaron en el olvido las autoridades

Profeta en su tierra, viejo adagio que se ajusta a la realidad de Mynor Adolfo Castillo, un quetzalteco que migró hace siete años a Estados Unidos, y por su gentileza goza del cariño de sus vecinos luego de que contribuyó en la recuperación del parque infantil de El Calvario, en la zona 1 de Xelajú.

Niños se divierten en los juegos que restauraron vecinos con el apoyo del migrante. (Foto Prensa Libre: María José Longo)
Niños se divierten en los juegos que restauraron vecinos con el apoyo del migrante. (Foto Prensa Libre: María José Longo)

Castillo, de 36 años, que radica en Trenton, en Nueva Jersey, colaboró con sus vecinos con Q2 mil para la reparación de los juegos infantiles que se encontraban destruidos.

Unas fotografías que fueron publicadas en redes sociales por los vecinos de ese sector, del estado de los columpios, tocaron la sensibilidad de quetzalteco y se comunicó para ofrecer ayuda, informó Arnoldo Argueta, vecino del sector y excatedrático de Castillo.

Argueta agregó que las fotografías motivaron a su exalumno para brindar ayuda, pero antes ya habían hecho la solicitud a la municipalidad y al Consejo Comunitario de Desarrollo del sector para que se repararan los juegos, pero no obtuvieron respuesta.

“Ahora Mynor vive en Trenton, Estados Unidos, él me preguntó cuánto se necesitaba para reparar los juegos. Hice la respectiva cotización con un herrero y me dijo que Q2 mil para restaurar los resbaladeros y columpios”, contó Argueta.

Finalmente la reparación de los juegos costó Q1 mil 500, el resto fue utilizado para una piñata y refacción en la celebración que hicieron vecinos del sector para reinaugurar los juegos que fueron instalados hace más de dos décadas, y que desde el 2017 presentaban severos daños.

“Un columpio estaba destruido y todos los demás amarrados con pita plástica y se necesitaba soldarlos. Los resbaladeros tenían las láminas saltadas que era un peligro para los niños”, comentó Argueta.

Por más mejoras

Ahora los vecinos gestionan la donación de pintura para remozar la cancha y bancas del sector, por esta razón también realizaron actividades deportivas. 

“Estamos alegrando un poco a los niños e inculcándoles el deporte para alejarlos de los vicios y maras. Mucha gente piensa que el barrio es peligroso pero nosotros estamos vigilando que las maras se alejen de aquí”, dijo Amanda Loarca, vecina.

Ingrid Castillo, hermana del migrante que ayudó a los vecinos, indicó que su hermano migró hace siete años con la esperanza de darles a sus hijas un futuro mejor, y a pesar de la distancia siempre está pendiente de lo que sucede en Quetzaltenango.

“Él siempre está pendiente de las necesidades del vecindario. Hace muchos años vivimos en El Calvario, mi hermano pasó su niñez en las canchas de este sector, su deporte favorito era el futbol”, dijo.

Los vecinos esperan colocar rótulos que motiven a jóvenes y niños a cuidar los juegos para que se conserven en buen estado, también piden a la comuna la presencia de agentes de la Policía Municipal para velar por el cuidado del parque.

Niñas hace uso de los juegos en el parque El Calvario. (Foto Prensa Libre: María José Longo)