Efecto Trump
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¿Cuáles serán los efectos para Guatemala del impuesto al envío de remesas de EE. UU?

Nuevo gravamen a los envíos de remesas familiares en Estados Unidos podría afectar a migrantes o a hogares, dependiendo de quién absorba el costo, aunque según los análisis de la Banca Central, el impacto sería leve en el crecimiento económico.

Dólares remesas familiares impuesto a las remesas de EEUU

El impuesto a los envíos de las remesas familiares desde Estados Unidos, entran en vigencia el 1 de enero del 2026. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

El Banco de Guatemala (Banguat), considera que el impacto del impuesto de 1% al envío de las remesas, establecido por Estados Unidos y que entra en vigor el 1 de enero del 2026, tendrá un efecto limitado en la economía guatemalteca, aunque advierte que el panorama cambia al analizarse su efecto en los hogares.

El nuevo tributo fue aprobado en julio del 2025 por el Senado estadounidense, como parte de la ley One Big Beautiful Bill ACT (conocida como el Gran y Hermoso Proyecto de Ley), la cual contiene diversas disposiciones tributarias.

Este gravamen se aplicará a envíos en efectivo, cheques de caja, giros postales y otros instrumentos similares. Abarcará a todas las personas que remitan remesas, sean o no ciudadanos estadounidenses, aunque quienes sean ciudadanos podrán recibir un crédito fiscal si reportan el pago ante el Servicio Internos de Rentas de los Estados Unidos (IRS, en inglés).

De este impuesto estarán exentos los envíos realizados mediante pagos digitales desde cuentas bancarias o con tarjetas de crédito o débito emitidas en EE. UU., así como las transferencias desde entidades sujetas a la Ley de Secreto Bancario, según la información oficial distribuida en medios estadounidenses.

Impacto

Respecto del posible impacto que este impuesto tendrá en la economía de Guatemala, el presidente del Banguat, Álvaro González Ricci, explicó que, desde una perspectiva macroeconómica, los departamentos técnicos estiman que el efecto del impuesto sobre la economía nacional sería limitado. No obstante, aclaró que a nivel de los hogares individuales el panorama es distinto.

González Ricci indicó que el impuesto incrementa directamente el costo de enviar remesas y que sus consecuencias variarán dependiendo de quién asuma la carga. Si el remitente opta por absorber el costo, su ingreso disponible se reducirá levemente, afectando su capacidad económica en los EE. UU.

Por otro lado, si se traslada total o parcialmente a los beneficiarios, estos recibirán menos dinero neto, lo cual afectará su capacidad de consumo y ahorro, especialmente en los hogares donde las remesas son su principal fuente de ingreso.

El escenario más adverso considerado por el Banguat prevé que ni el remitente ni el beneficiario puedan absorber el impuesto, lo que implicaría una reducción de aproximadamente US$246 millones en las remesas proyectadas para el 2026.

Bajo ese escenario, se recibirían US$26 mil 631 millones en remesas familiares, en lugar de los US$26 mil 877 millones inicialmente estimados, explicó González Ricci.

Esa diferencia a un nivel macroeconómico representa alrededor del 0.19% del Producto Interno Bruto nominal del país. “Sin embargo, incluso en este escenario pesimista, el efecto no sería suficiente para afectar sustancialmente la tasa de crecimiento económico estimada de 4.1% para el 2026”, expresó el presidente del Banguat.

Cifras actuales

Para el cierre del 2025 se prevé alcanzar US$25 mil 597 millones, un 19% más que en el 2024. Hasta noviembre se habían recibido US$23 mil 288.9 millones. Se han registrado cifras récord, impulsadas en parte por el temor de los migrantes a ser capturados o deportados, ante las nuevas políticas migratorias del presidente estadounidense Donald Trump, quien asumió su segundo mandato en enero del 2025.

Recomendaciones

González Ricci señaló que, aunque el análisis técnico indica un impacto macroeconómico reducido, es crucial no perder de vista la dimensión humana de esta medida.

Para los hogares que dependen de las remesas como ingreso principal, y para los migrantes remitentes en EE. UU., la reducción de ingreso disponible es “real y tangible” y afecta su bienestar económico, su capacidad de consumo y su planificación financiera.

Se recomienda mantener un seguimiento cercano a la evolución del impuesto y evaluar oportunamente sus implicaciones, tanto macroeconómicas como microeconómicas, con especial atención a la población más vulnerable.

¿Quién pagará?

La ley establece que el impuesto debe ser cubierto por el remitente. Marlon González, quien reside en EE. UU. y preside la oenegé Misión Guatemala USA, comentó que los migrantes guatemaltecos absorberán el costo, ya que muchas de sus familias en Guatemala no tienen capacidad para asumir ese gasto.

Indicó que el envío promedio mensual oscila entre US$400 y US$500, por lo que el impuesto implicaría un pago adicional de entre US$4 y US$5.

“La familia va a recibir lo de siempre, ya que la mayoría de migrantes dice que tendrá que asumir el costo extra porque sus familias no pueden hacerlo”, dijo González.

“El más afectado será el migrante con familia numerosa, especialmente si tiene hijos pequeños, pues deberá asumir el costo adicional”, ejemplificó.

Añadió que recientemente sostuvieron una reunión con representantes del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en la que se discutieron los efectos de las remesas. Explicó que a los migrantes se les sugiere enviar remesas para inversión, pero la mayoría asegura que sus familiares les dicen que el costo de vida en el país es tan alto que no pueden ahorrar ni invertir.

Además, crece la preocupación por el riesgo de deportaciones.

Según González, las remesadoras no solo cobrarán el impuesto, sino que también solicitarán documentación a los migrantes que usen sus servicios.

Advirtió que podrían resurgir los envíos indirectos de remesas, mediante personas documentadas que distribuyen el dinero con instrucciones detalladas y asumen en conjunto los costos del envío, como ocurría años atrás.

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.