No era extraño verlos tan interesados en todo el proceso, desde el cultivo, cosecha y producción. Sin embargo, solo lo hacían durante su tiempo libre.
Dulce Romero García, de 30 años, es licenciada en Relaciones Internacionales, y Álvaro Romero García, 27, es abogado, ambos egresados de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Con la inquietud de conocer más sobre el café, Dulce elaboró su tesis de graduación sobre un análisis de la competitividad del sector cafetalero en el mercado japonés.
El documento Estudio de prospectiva: La Roya, y el impacto en la producción, consumo y exportación del café guatemalteco, cosecha 2012-2013 fue el primer paso para decidir que su objetivo era elevar el nivel del café que su padre producía en la finca.
Luego de culminar sus estudios universitarios, los jóvenes sintieron la necesidad de apoyar a su padre en llevar el negocio a otro nivel y se enfocaron en investigar y desarrollar su propia marca de café especial.
Los hermanos Romero consideran importante promover la cultura del café para que el guatemalteco reconozca y aprecie las bondades del producto.
Otro de los objetivos es abrir una cadena de tiendas que brinde una experiencia y un concepto innovador en donde los clientes puedan degustar un café guatemalteco de las mejores calidades. El otro es exportar café Ambrosía como un producto terminado procesado 100% en Guatemala. Si necesita mayor información puede escribir a ambrosiacoffeegt @gmail.com.
Les tomó siete años a los hermanos Romero García determinar el modelo de negocio. Álvaro se encargó de la parte legal, financiera y mercantil, mientras Dulce se enfocó en la imagen, concepto y comercialización, logrando una sinergia que dio origen a la marca Ambrosía.
Trazabilidad
Ambrosía nace entonces como un proyecto de exportación desarrollado en la Escuela de Comercio Exterior de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, con el objetivo de ofrecer al público nacional e internacional un café 100% guatemalteco con valor agregado, debido a que al ser productores les permite controlar la trazabilidad del café desde el cuidado y mantenimiento en finca hasta la cosecha del grano, cuidando la selección en su beneficiado húmedo y seco, tueste y empaque.
A pesar de que es una empresas pequeña, entiende la importancia de la gestión de la calidad en los procesos, por lo tanto, están conscientes de que para controlar la calidad se requieren grandes inversiones y años de experiencia. Por ello, seleccionan a sus proveedores de servicios que manejan procesos controlados desde el beneficio húmedo, beneficio seco y tostaduría para garantizar la calidad del café. Con este proyecto, buscan crear relaciones directas con pequeños productores con tostadores, tiendas de café, restaurantes, hoteles, empresas de consumo masivo hasta el consumidor final.
Ambrosía vende el café de manera versátil en sus diferentes presentaciones —café oro, tostado y molido—.
Subproducto
Recientemente, empezaron un plan piloto para apoyar la polinización de las plantas de café, integrando colmenas de abejas las cuales desarrollan una relación estrecha con los cafetales.
A raíz de esto, surgió un nuevo producto de la finca obteniendo miel de cafetal producido por abejas.
“Hemos innovado e integrado nuevas formas de ayudar naturalmente a nuestras plantas y desarrollando un producto natural que ha tenido una muy buena aceptación”, resaltó Dulce.
Por lo anterior, la miel también será uno de los productos que acompañen a la marca familiar. Si necesita mayor información puede encontrarlos en www.ambrosiagt.com
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