En el Cementerio General, los guatemaltecos acudieron en familia para recordar a sus seres queridos a través de un simbólico gesto que consiste en dejarles flores, hacer una oración y hasta recitar canciones que eran del agrado de sus parientes.
Tal es el caso de doña Patricia Hernández, que con lágrimas recuerda los consejos de sus padres a quienes hace varios años dejó de ver.
“Ellos murieron pero viven en nuestro corazón y nuestros pensamientos entonces hemos tratado la manera de estar presentes, mientras Dios nos presta la vida” expresó acompañada de su hijo, nuera y nieto.
Algunos connacionales que viven en el exterior, aprovechan la fecha para viajar a Guatemala y visitar las tumbas familiares, como el escritor y biólogo René Corado, quién vive en los Estados Unidos pero aprovecha la fecha para mencionar a su hermano los logros y metas que ha cumplido.
“Yo creo que es una forma de desahogarme una vez al año con ellos y sintiendo de que los tengo presentes“, enfatizó.
El asueto también es aprovechada por algunos guatemaltecos que buscan generar ingresos extra para su familia y ofrecen servicios de limpieza en los nichos que se encuentran en áreas muy altas.
“Arriba cobramos de Q10 a Q15, si está muy alto Q15, le limpiamos y le echamos el agua, indicó uno de los trabajadores.
