Justicia

Las pandillas MS-13 y Barrio 18 se consolidan en tres departamentos de Guatemala

Aunque la PNC combate a las clicas, su forma tan particular de operar en cada país donde tienen presencia hace que sea cada vez más difícil su erradicación.

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En Guatemala, pandilleros mantienen con temor a comerciantes y pobladores de gran parte del país. (Foto: HemerotecaPL)

En Guatemala, pandilleros mantienen con temor a comerciantes y pobladores de gran parte del país. (Foto: HemerotecaPL)

La lucha contra las pandillas sigue concentrada en la región metropolitana, en áreas urbanas y marginales, particularmente en la ciudad de Guatemala, Villa Nueva y Mixco, además de otras localidades como San Pedro Ayampuc, San José Pinula y San Pedro Sacatepéquez.

El estudio Desconexión de pandillas en Guatemala, liderado por el politólogo salvadoreño José Miguel Cruz, director de investigación del Centro para América Latina y el Caribe en la Universidad Internacional de Florida en Miami, Estados Unidos, y financiado por Usaid, determinó que “las pandillas en Guatemala se concentran en las principales áreas urbanas del país, especialmente alrededor de la ciudad de Guatemala, Escuintla y Quetzaltenango”.

Este análisis exploratorio, desarrollado entre el 2019 y el 2020, con 57 expandilleros y 48 expertos en la materia en Guatemala, identificaron que las pandillas están integradas por clicas de barrio, que les permite operar con autonomía local y adherirse a las normas y reglas de la organización, pero especialmente en áreas urbanas.

El informe que lideró Cruz explicó que “tanto la MS-13 como el Barrio 18 controlan territorios mediante la extorsión, el narcotráfico y la violencia. Para los pandilleros, tales actividades son componentes críticos en el proceso de ascender en los rangos de la estructura pandillera”.

Añadió que “el Barrio 18 y MS-13 cuentan con consejos nacionales integrados por líderes presos en los principales centros penitenciarios. Las actividades de las clicas están controladas por altos miembros encarcelados que constituyen la Rueda del Barrio —el círculo del barrio—, el máximo órgano decisorio de cada pandilla”.

“Cada clica de barrio opera con autonomía de las demás, lo que frecuentemente genera conflictos entre clicas de la misma pandilla por el control de los territorios”, explicaron.

Y, en ese sentido, el Gobierno reaccionó ante la forma de operar y porque de marzo a junio fue creciendo la cantidad de hechos criminales cometidos por esas estructuras criminales.

El Ministerio de Gobernación (Mingob) y la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) trasladaron a 75 líderes de alta peligrosidad del Barrio 18 del Preventivo para Varones de la Zona 18 a la cárcel de máxima seguridad Fraijanes 1.

Pero esto conllevó un reacomodo de las clicas en las calles y el panorama cambió y se tornó más violento, de acuerdo con expertos.

Las fuerzas del orden, después de observar hechos como el que cometieron tres presuntas integrantes del Barrio 18, dos adolescentes de 14 años y una de 17, sorprendidas el viernes 4 de junio por la noche cuando desmembraban a otra adolescente de 15 años, reforzaron sus acciones.

El macabro hecho ocurrió en una casa abandonada de la manzana 43, sector Rosado, asentamiento Esquipulas, colonia El Limón, zona 18, a escasos metros de donde residía Shirly Cristina Martínez González, la víctima, y quien tenía activa una alerta Alba-Keneth.

También hubo otros hallazgos de cuerpos desmembrados en otros lugares de los municipios donde operan las pandillas, y que son donde se incrementó la lucha de poder entre clicas rivales.

“El problema de las pandillas en Guatemala es urbano, algo parecido a Honduras, en donde se han conectado mejor con el narcotráfico, cosa que no ha ocurrido en Guatemala”, explicó el experto en temas de pandillas en Centroamérica, José Miguel Cruz.

Agregó: “Ciertamente están metidos en el negocio de la droga, pero más en el narcomenudeo en los espacios urbanos y no tienen mayor interacción como en Honduras con narcotraficantes”.

Cruz analizó que en Guatemala las pandillas, son un híbrido de crimen local, urbano, en que predomina la extorsión, el narcomenudeo y la lucha territorial. “Eso sí, solo en Guatemala hemos detectado a los imitadores”, apuntó.

El estudio que lideró Cruz entre el 2019 y el 2020 determinó que “la mayoría de las pandillas se concentra en entornos empobrecidos de lugares urbanos, en los que los servicios estatales, especialmente los servicios sociales, están ausentes”.

Presentación oficial de la Policía Nacional Civil sobre pandillas en Guatemala.

“Las mujeres están limitadas a roles menores dentro de la estructura de las pandillas, y la mayoría de ellas no pueden avanzar en las jerarquías de estos grupos”, aseveran.

En Guatemala, los jóvenes son llevados a las pandillas por una combinación de privación emocional en el hogar y atracción por grupos de pares en las calles, cita el estudio.

Mientras que la mayoría de los pandilleros proviene de familias en las que el abuso es rampante y sus padres o tutores descuidan a sus hijos o no pueden supervisarlos.

“Las pandillas ofrecen lo que ninguna otra institución comunitaria brinda a los jóvenes de estas comunidades: un sentido de pertenencia, protección, amistad y respeto. También proporcionan recursos materiales a través de actividades delictivas”.

El conteo de arrestos

Un resumen de arrestos de la División Especializada en Investigación Criminal (Deic) y la División Nacional contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (Dipanda), de la Policía Nacional Civil (PNC), reveló que de enero al 31 de mayo pasado han aprehendido a 382 personas vinculadas con clicas de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13), Barrio 18, imitadores y Whitefence 13.

Esto significa, según las gráficas de la institución policial, que el 84 por ciento de las capturas han ocurrido en la región metropolitana y el 16% en otros departamentos, como Escuintla, Suchitepéquez, Retalhuleu y Quetzaltenango.

Dentro de las capturas figuran más hombres que mujeres, casi el doble de sus integrantes, así como una veintena de niños y adolescentes, entre mujeres y hombres, quienes en su mayoría han sido sorprendidos en flagrancia cometiendo algún tipo de delito relacionado con la actividad criminal de estos grupos: asesinatos, extorsiones y venta de droga al menudeo.

De acuerdo con la estadística oficial, del Barrio 18 han arrestado a 270 de sus integrantes, distribuidos en 15 clicas que se disputan territorios en zonas de la ciudad de Guatemala, Villa Nueva y Mixco, especialmente, así como en los departamentos ubicados en el litoral del Pacífico, por donde se trasiega la droga que ingresa desde Honduras y El Salvador.

Mientras que de la MS-13 arrestaron a 50 pandilleros de 13 clicas que operan en los mismos municipios y zonas, pero que han hallado lugares distintos al Barrio 18, para no entrar en disputa.

En el caso de los llamados imitadores, aquellas personas que se hacen pasar por mareros, según las autoridades, han detenido a 60, que en su mayoría se dedican a extorsionar en lugares en donde no suele haber presencia del Barrio 18 ni de MS-13.

La diferencia de este grupo es que no genera violencia, y solo amenaza a sus víctimas. La MS-13 y el Barrio 18 sí recurren a la violencia para cobrar las extorsiones y asesinan a quien no pagan las exacciones, según investigadores de la Deic.

En las cifras oficiales destaca la aprehensión de dos miembros de una añeja pandilla conocida como Whitefence. Según un investigador de la Deic, estos eran salvadoreños, y están próximos a desaparecer del mapa criminal de las pandillas.

Las áreas operativas

De acuerdo con el informe de la Deic y Dipanda, la mayor cantidad de capturas han ocurrido en el área metropolitana del departamento de Guatemala. En la ciudad de Guatemala, entre las zonas 5, 6, 18, 21 y 24, han sido arrestados 129 presuntos pandilleros. Mientras que en Mixco suman 41 y en Villa Nueva 21.

En el caso de la provincia, la mayor parte de detenciones ha ocurrido en Escuintla, con 16; Retalhuleu, 10, y Santa Rosa, Suchitepéquez y Quetzaltenango, 5. En cada uno de estos departamentos también arrestaron a uno de los 60 imitadores que operan y extorsionan en el país.

Departamentos como Petén, Izabal, Huehuetenango, Totonicapán y Sololá no reportan ninguna captura de pandilleros.

El armamento

Las fuerzas del orden les decomisaron a los pandilleros arrestados entre enero y el 31 de mayo 53 pistolas, 18 revólveres, cuatro escopetas un fusil y cinco armas artesanales. Además, 989 municiones, 35 cargadores, 11 vehículos, 23 motocicletas y 191 celulares.

La mayoría fue arrestada por la comisión de delitos en flagrancia y por órdenes de aprehensión.